Luego de lo que fue la sufrida y angustiosa clasificación del Barcelona ante la Real Sociedad, el Real Madrid se presentó en la cancha del Málaga para medir sus fuerzas frente al Athletic de Bilbao por la segunda semifinal de la Supercopa de España.
Una molestia física de Sergio Ramos en los movimientos precompetitivos vaticinó la complicada jornada que iba a tener el Merengue en Andalucía. Las malas resoluciones de Eden Hazard y la falta de claridad en el ataque continuaron con la sintonía de un espectáculo que se cargó de suspenso cuando Raúl García festejó el 1 a 0 para el combinado albirrojo. La mala salida de Lucas Vázquez contribuyó en la conquista vasca y la escasa reacción de Thibaut Courtois completó el caos de la Casa Blanca.
A pesar de los desesperados intentos de ir en búsqueda del empate, un infantil e inexplicable penal de Lucas Vazquez le permitió a Raúl García extender la diferencia con un preciso remate desde los doce pasos. En la potencia capitalina todo era desconcierto y desorden. El rostro de desilusión de Zinedine Zidane ejemplificaba a la perfección la pésima producción de su equipo.
En el complemento el Real Madrid logró gestar la mejor jugada colectiva que mereció concluir en el descuento, pero un palo atrevido se interpuso en el camino de Marco Asensio y el sonido metálico ahogó el grito del gol. Además de tener una pobre producción, al Merengue también le faltaba suerte.
Además, cuando consiguió llegar a la red a través de Karim Benzema, la posición del francés generó un suspenso adicional, dado que el tanto tuvo que ser revisado por los asistentes del VAR. En el desenlace del pleito, los de Zizou depositaron todas sus esperanzas en el milagro inesperado.
El empate llegó en el epílogo a través del virtuoso goleador francés, pero una vez más tuvo que intervenir la asistencia técnica para confirmar la conquista. Sin embargo, en esa ocasión el grito fue anulado por offside. Todo era suspenso, temor y nervios en La Rosaleda.
Otra oportunidad para llevar el compromiso al tiempo extra fue la que tuvo Sergio Ramos, quien ganó en el área adversa con su tradicional e imponente juego aéreo, pero la pelota se fue a centímetros del palo izquierdo de Unai Simón. De milagro el encuentro concluyó con la victoria del Athletic de Bilbao, que resistió como pudo los 6 minutos que adicionó el árbitro Juan Martínez. Sin clásico, la Supercopa de España se la disputarán vascos y catalanes. El título quedará en el norte de la penínula ibérica.
TV: DirecTV 1610
ESTADIO: La Rosaleda
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