El entrenador del Barcelona, Ronald Koeman, se presentó en la rueda de prensa previa al partido en el que su equipo se enfrentará al Valladolid por la decimoquinta fecha del torneo local y tocó dos temas particulares de la actualidad.
En primer lugar, se refirió a las declaraciones realizadas por Lionel Messi a “La Sexta” en el sentido de que estaba recuperado de todo lo vivido el pasado verano (Europeo) y que tenía ganas de luchar por los objetivos del equipo.
“La verdad que hoy por hoy estoy bien. Es verdad que lo pasé muy mal en verano. Me encuentro con ganas de pelear en serio por todo lo que tenemos por delante. Me encuentro ilusionado”, explicó La Pulga, en un avance de la entrevista que saldrá a la luz el próximo 27 de diciembre.
“No me sorprenden las ganas manifestadas por Messi porque las veo cada día en los entrenamientos, en los partidos. Le cuesta ver que no ganamos en muchos partidos. Es muy ganador, pero todos los jugadores están descontentos por los resultados”, remarcó Koeman.
En segundo lugar, el ex entrenador de Holanda consideró que el árbitro del Eibar-Real Madrid (1-3) del domingo debió pitar penalti por una mano cometida por el central blanco Sergio Ramos en los últimos minutos del encuentro y que si pregunta, “nueve de cada diez personas de Madrid dirían que es penalti”.
“Yo he visto la jugada y, para mí, es penalti”, aseveró el entrenador azulgrana al mismo tiempo que se mostró desconcertado ante el criterio arbitral del VAR cuando se producen manos en el área. “La mayoría de la gente no entiende porque unas veces son penalti y, en otras ocasiones, no lo son”, recalcó.
Finalmente, y con vistas al partido frente al Valladolid, Koeman reconoció la necesidad de “hacer un juego más regular” y “sin tantos altibajos” como los que sufrió el equipo durante el último encuentro liguero frente al Valencia (2-2), donde los azulgranas volvieron a recibir otro gol en un saque de esquina.
Koeman admitió que sus jugadores deben tener “más concentración en los marcajes” a balón parado, aunque reconoció que se trata de “un trabajo difícil porque al equipo le falta gente alta para defender bien a los contrarios”.
Por lo que respecta al sistema de juego empleado, defendió la posibilidad de alternar su 4-4-2 con el tradicional 4-3-3 que había caracterizado al Barcelona en los últimos años.
“Con los jugadores que tenemos, se puede jugar en diferentes sistemas. Cuando estas con tres centrocampistas, hay muchos movimientos que te permiten jugar con uno o dos pivotes”, concluyó.
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