Tras la muerte de Diego Maradona, en las redes sociales se viralizó un partido solidario que organizó el ídolo popular en Napoli. Fue en 1984, cuando el astro universal defendía la camiseta del equipo del sur de Italia y el Diez le había pedido a la FIFA la posibilidad de organizar un amistoso con el objetivo de recaudar fondos para un niño de escasos recursos que debía realizarse una operación maxilar.
Como el club y la entidad internacional le dieron una respuesta negativa al futbolista, Pelusa se encargó de constituir el evento desde su propia casa con la ayuda de sus compañeros.
En las recordadas imágenes se observa la austeridad con la que se llevó adelante el compromiso. Una entrada en calor en el estacionamiento y un encuentro desarrollado en el barro de una cancha amateur fueron algunos condimentos que alimentaron el mito que rodeó a la leyenda internacional.
Lo que no trascendió fue lo que ocurrió cuando el chico que pudo realizarse la intervención quirúrgica creció y le pudo agradecer a D10S todo lo que hizo para que cambie su vida en un programa de la televisión italiana.
“Falta una sola sorpresa”, le advirtieron a Maradona cuando el ciclo le dedicó una emisión completa al mejor futbolista de la historia. “Este chico de acá”, presentaron al joven, quien aún seguía emocionado por el gesto que había tenido su héroe casi dos décadas antes.
“Diego, cuando era pequeño hace 18 años atrás, mi padre me llevó contigo y tú me alzaste y me miraste. Entonces viste mis problemas maxilofaciales e hiciste un acto de benevolencia por mí. Quiero agradecerte todo lo que hiciste por mí”, le dijo el joven sin poder contener las lágrimas que le provocó el recuerdo.
Así, mientras Maradona también exponía su sentimiento hacia aquel chiquito que pudo mejorar su calidad de vida gracias a él, la presentadora explicó que los problemas económicos de su familia impedían que se realizara la operación. “Tenía problemas en la cara y no podían pagar la operación. Yo y todo el equipo del Napoli hicimos un partido a beneficio para que lo pudieran operar. No fui solo yo. Yo solo lo he organizado, pero todos queríamos jugar”, deslizó Diego con la voz entrecortada por la emoción.
Gracias a ese gesto, ese niño recibió 50 operaciones, y según el propio Maradona, “quedó bellísimo”. Ese episodio fue uno más de los tantos que demostró que el Diez no solo fue el mejor dentro de las canchas, sino que también tenía enormes valores fuera de ellas. Sin dudas, el más humano de todos los dioses no solo alegraba al pueblo con la pelota.
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