Gabriel Barbosa se convirtió en uno de los delanteros más temibles de Sudamérica después de sus destacados desempeños con el Flamengo, equipo con el que se consagró campeón de la Copa Libertadores de la edición 2019.
Antes de conquistar el título internacional más importante de América, el brasileño pasó por el Santos, el Inter de Italia y el Benfica de Portugal hasta que finalmente recaló en el conjunto Rubro Negro.
Fue el primer club en el que jugó el que hoy deberá abonarle 2.900.000 millones de euros al Barcelona después de que incumpliera una cláusula de “tanteo”.
Así lo dio a conocer éste jueves la Cadena SER de España, desde la cual se informó que el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) condenó al Peixe a abonar dicha suma por no respetar ese ítem que se firmó en 2013. Un monto inesperado que sumará a sus arcas el conjunto culé dentro de un marco en el que la crisis financiera camina de la mano de los malos resultados deportivos.
Este fallo está asociado a la temporada en la que el club azulgrana contrató a Neymar (quien también militaba en el Santos): dentro de las negociaciones el equipo catalán se reservó un derecho de tanteo por Gabriel Barbosa, de 17 años en ese entonces.
Sin embargo, la institución paulista acabó traspasando al jugador al Inter de Milán en 2016 por una cantidad cercana a los 30 millones de euros sin informar previamente al Barcelona, motivo por el que este decidió demandarlo.
La cláusula especificaba que, en el caso de que el club brasileño recibiera una oferta por el delantero, éste debería avisarle al Barcelona para que decidiera si igualaba esa oferta o descartaba el fichaje.
Después de pasar una temporada en el equipo italiano, el atacante fue transferido a préstamo al Benfica de Portugal en donde sólo jugó cinco partidos entre todas las competiciones (dos por Champions League) y convirtió un gol.
Tras completar la campaña 2017-18 volvió al conjunto Neroazurro y pasó de nuevo por una serie de sesiones hasta que finalmente en enero de este año firmó oficialmente con el Flamengo, quien abonó 17 millones al Inter por su ficha, y estableció una cláusula de rescisión de 60 millones de euros.
El delantero se convirtió en una pieza indispensable en el equipo brasileño: ya lleva 46 goles y 14 asistencias en 67 partidos, además de hacerse con 2 campeonatos cariocas, una liga, una Copa de la liga, una Copa Libertadores y una Recopa Sudamericana.
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