Fue una medida histórica y espontánea que tomaron los futbolistas cuando escucharon al cuarto árbitro esbozar insultos racistas hacia Pierre Webo, uno de los asistentes del cuerpo técnico del Basaksehir cuando el equipo de Turquía afrontaba su último compromiso de la fase de grupos de la Champions League.
El encuentro entre el Paris Saint Germain de los argentinos Ángel Di María, Leandro Paredes y Mauro Icardi y el combinado de Estambul, correspondiente a la sexta fecha del Grupo H del torneo internacional había sido suspendido a los 16 minutos del primer tiempo por un insulto xenófobo del cuarto árbitro a un asistente del equipo turco. Por lo tanto, antes de reanudar el duelo, el Parque de los Príncipes lució varios mensajes que se replicaron en las redes sociales.
“Paris unido contra el racismo”, rezó una leyenda que se pudo observar en una de las gradas vacías del imponente estadio de la capital francesa. Además, todos los protagonistas salieron al campo de juego con una camiseta que reflejaba la leyenda “no to racism”.
El término “negro” con el que el cuarto árbitro del choque en la capital gala, el rumano Sebastian Colescu, identificó al asistente técnico de Basaksehir Pierre Webo, motivó que los jugadores de ambos equipos a renunciar al choque que en repudio hacia la autoridad y todos se dirigieron hacia los vestuarios.
“Cuando hablas de alguien blanco no dices ese blanco, ¿por qué le dices ‘negro’ cuando se trata de alguien negro?”, le había recriminado el jugador visitante Demba Ba al integrante del equipo arbitral.
El episodio se generó cuando Colescu quiso identificar a Webo para comunicarle al árbitro principal, Ovidiu Hategan, una sanción disciplinaria.
Inmediatamente después del hecho, el Basaksehir escribió en sus redes sociales “no al racismo” y Paris Saint Germain replicó el mensaje desde sus cuentas oficiales de Twitter.
El encuentro se reanudó el miércoles, en un duelo que tiene al PSG clasificado a los octavos de final del certamen más codiciado de Europa por la caída del Manchester United por 3 a 2 frente al Leipzig. Antes del reinicio del partido, todos los protagonistas se manifestaron en contra del racismo colocando su rodilla en el césped en los tradicionales gestos que reflejan el sentimiento colectivo en contra de la problemática mundial.
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