Barcelona sumó otra caída en su visita a Cádiz y se privó de escalar posiciones en la tabla para quedar a tiro del líder Atlético Madrid, que encima ganó en primer turno. Lionel Messi mostró considerable actividad a lo largo del encuentro pero su esfuerzo por torcer la historia desfavorable fue en vano.
En la primera parte tuvo un tiro libre a su merced en el borde del área pero no consiguió batir a su compatriota y compañero de selección Jeremías Ledesma. El arquero argentino que es una de las figuras de su equipo rechazó el remate de la Pulga, que tuvo que superar tres barreras: la habitual que se ubica a 9,15m, una alternativa a la altura del punto de penal y la de la línea del golero junto a dos defensores cerca de los palos.
Todavía en la etapa inicial, Leo casi sorprende a todos con un tiro de esquina que casi se le cuela en el arco a Ledesma. Recostado sobre la banda derecha, su zurdazo cerrado estuvo cerca de meterse en la valla en lo que hubiera sido un gol olímpico. El ex Rosario Central reaccionó a tiempo y pudo descolgar el balón por encima del travesaño.
En el complemento Messi aportó su cuota de fútbol para poner en partido al Barça. Entre varios rivales maniobró en la puerta del área grande y filtró sobre la izquierda para la llegada libre de Jordi Alba, quien contó con la fortuna del desvío en Pedro Alcalá para poner el 1-1 en el tanteador. Al rato, una grave desinteligencia en el fondo de los catalanes dejó servido el tanto de la victoria a Negredo. Sobre el final, poco generó el cuadro culé para al menos rescatar un punto. Messi dispuso de otro tiro libre cerca del área que no pasó a mayores (rebote en un defensor).
De esta manera el Barcelona quedó 7° a ocho puntos del líder Atlético. El mal andar del equipo de Ronald Koeman, que igualmente sacó boleto para los octavos de final de la Champions League, siembra interrogantes al futuro de Messi, que no pudo acercarse al récord del brasileño Pelé (643 goles con un mismo club, Santos en su caso), y continúa a dos de distancia.
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