Una cuenta regresiva interminable comenzó hace algunos meses cuando Youssoufa Moukoko se unió con el primer equipo en el Borussia Dortmund. A sus 15 años decidieron que estaba listo para trabajar a la par de estrellas como Erling Haaland, Marco Reus, Jadon Sancho y Mats Hummels, entre otros. Ya hace tiempo que su nombre retumba en las paredes de los pasillos y en las oficinas del Signal Iduna Park, porque lleva años destacándose en las divisiones inferiores del club alemán. Se abrió paso de forma meteórica, marcando una gran cantidad de goles en diferentes categorías. Sus registros eran asombrosos por sí solos, pero tomaron aún mayor relevancia porque siempre los consiguió ante jugadores cuatro o cinco años mayores que él. Solamente había que esperar a que cumpliera la edad reglamentaria para que se produjera su debut profesional. Y ese día finalmente ha llegado.
Moukoko celebra este viernes su 16° aniversario de vida y queda automáticamente habilitado para jugar en la Bundesliga, según la nueva regla establecida en abril por la Liga Alemana de Fútbol (DFL). El mundo del fútbol está en vilo y con ansias de ver a este chico de origen africano en acción este sábado, cuando el BVB se enfrente al Hertha BSC en Berlín por la Fecha 8 de la liga germana.
Todo comenzó en Yaoundé, capital de Camerún. Allí fue donde Youssoufa Moukoko nació el 24 de noviembre de 2004. Sus primeros 10 años de vida vivió en esa localidad con sus abuelos y luego viajó para reencontrarse con su padre Joseph, ciudadano alemán desde la década del ’90. Llegó a Hamburgo en el verano europeo de 2014 y comenzó a jugar en la academia del St. Pauli. Tenía mucho talento y una increíble facilidad para marcar goles, lo que generó el interés del Borussia Dortmund, un club que no solo es reconocido por sus títulos sino también por su desarrollo de jóvenes talentos.
A partir de ahí, todo fue muy rápido. Empezó a escalar con mucha naturalidad entre las distintas categorías, destacándose pese a ser mucho menor que sus rivales y compañeros de equipo: tenía solamente 12 años cuando se unió al sub-15, jugó por primera vez con los sub-17 cuando tenía 13, y al cumplir 14 ya era parte del equipo sub-19. Según informó bundesliga.com, anotó 127 goles y dio 26 asistencias en los 84 partidos que jugó en todas las competiciones con los equipos juveniles del Dortmund. Le sobraba potencial, desbordaba talento.
“Empecé a seguirlo en la la temporada 2017/18, cuando marca esos dos goles en su debut con el Sub-17. Y cuando llegó la final con el Bayern, supe que tenía que estar ahí. Yo vivía en Augsburg, a 40 minutos de Munich. Llegué al campus y ya había mucha expectativa por el chico que tenía 12 o 13 años, iba súper protegido por la gente del club y se notaba querían cuidar su talento del impacto mediático. Había mucha suspicacia pero yo noté ese día que no era físicamente superior al resto ni que podía tener más años de los que decía, como especulaban algunos. En ese partido marcó el tercer gol para la victoria del Dortmund y desde entonces ha mejorado muchísimo”, explicó a Infobae el periodista español Juanma Romero, quien sigue los pasos de este niño prodigio en Alemania.
Su edad fue cuestionada por diferentes rivales en algunos de los torneos, pero sobre ese aspecto también habló su papá hace cuatro años en diálogo con en el sitio web oficial del BVB y dejó muy claro su postura: “Justo después de su nacimiento, lo registré en el consulado alemán en Yaundé. Tiene un certificado de nacimiento alemán. Además, mi hijo no puede ser mayor porque su madre, Marie, tiene sólo 28 años (NdR: ahora tiene 32).”
El pasado agosto se decidió que siguiera compitiendo a nivel juvenil pero ya entrenando de lleno con los profesionales y lo promovieron al elenco que dirige Lucien Favre. “Moukoko es mucho mejor que yo a su edad”, dijo Erling Haaland durante la pretemporada que hicieron en Suiza. “Nunca había visto a un chico de 15 años tan bueno en mi vida. La ventaja para él es que ya juega en el Dortmund. A su edad, yo todavía jugaba en mi ciudad natal”, agregó el goleador noruego, impactado por las cualidades de este adolescente que se abrió paso también en la selección sub-20 de Alemania.
Es un atacante muy potente, rápido y hábil, poseedor de un pie zurdo magistral. Son referencias que se asemejan mucho a Lionel Messi, uno de sus máximos referentes. “Como jugador, Messi es mi modelo a seguir. Nadie más puede hacer lo que él hace. Mi objetivo es también es conquistar la Champions League y ganar el Balón de Oro”, había dicho el propio Moukoko en una entrevista con SportBild a finales de 2018.
“Hizo un trabajo individual bestial, nunca se confió de su talento. Ha trabajado mucho para competir con jugadores mayores que él, que son físicamente mejores y están más desarrollados, eso lo ha ayudado mucho. Moukoko creció en ese aspecto pero también ha mejorado en su toma de decisiones. No perdona dentro del área, técnicamente es muy superior en esa zona. Es mortal en esos 20 o 25 metros”, aportó Juanma Romero.
Pese a que todavía no es profesional, ya vive con el dinero que genera con el fútbol, sobre todo el que proviene de contrato de patrocinios. Según informó The Sun, el Borussia Dortmund le paga unos USD 8.000 a la semana, aunque eso cambiará si hace su estreno profesional. Pero lo saliente es lo que ha publicado Bild, que apuntó que este joven de origen camerunés firmó el año pasado un contrato con Nike por poco más de un millón de dólares, que puede haber incrementado hasta casi USD 12 millones con su promoción al primer equipo.
En lo que va de esta temporada ha marcado 13 goles en solamente cuatro partidos con el sub-19, todo mientras esperaba cumplir los 16 años para poder debutar a nivel profesional en la Bundesliga. Si este sábado hace su aparición en el Olympiastadion de Berlín, se convertirá en el debutante más joven de todos los tiempos en el fútbol alemán. Por ahora el registro le pertenece a otro producto de la cantera del Dortmund, el turco Nuri Sahin, quien hizo su estreno en la élite –el 6 de agosto de 2005 ante el Wolfsburgo– con los 16 años y 335 días. “No escucho lo que dicen otras personas. Sigo mi propio camino. Solo quiero ayudar al equipo, por eso estoy aquí”, dijo Youssoufa Moukoko esta semana en diálogo con BVB.TV, demostrando que mantiene los pies sobre la tierra pese a que tiene en vilo al fútbol mundial.
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