Ésta es la sexta temporada que comanda desde el banquillo el francés Zinedine Zidane, quien desde el minuto uno mantiene su postura con respecto a la plantilla del Real Madrid. Desde un primer momento dejó en claro que Gareth Bale y James Rodríguez no formarían parte de su idea y ambos futbolistas se fueron en este mercado de transferencias.
Otro de los que tampoco cuenta para Zizou es el mediocampista español Isco Alarcón, quien sólo participó de cuatro encuentros hasta ahora, de los cuales, en los que fue titular, no terminó en cancha.
El Clásico que se disputó el fin de semana no fue la excepción. El ex del Málaga no salió ni a calentar. Sin embargo, fue noticia por lo que sucedió en las gradas.
Las cámaras de “El Partidazo” de Movistar Plus captaron el momento en el que Isco, Marcelo y Modric hablaban sobre su entrenador en la tribuna, previo al enfrentamiento contra el Barcelona en el Camp Nou.
Junto a ellos, Luka Jovic, Lucas Vázquez y Militao, también formaban parte del círculo aunque solo se escucharon las declaraciones del mediocampista: “Si me tiene que cambiar, me cambia en el minuto 50 o en el 60 de partido, a veces en el descanso. Si me tiene que meter, me mete en el 80”.
Tras las conclusiones del jugador de 28 años se pudieron escuchar las risas del brasileño y el croata, mientras que los otros estaban ajenos a lo que estaba relatando.
La realidad es que en los dos partidos que comenzó como titular, ante el Cádiz y el Valladolid, Isco fue sustituído en el entre tiempo y a los 57 minutos respectivamente, mientras que en los que saltó desde el banco, lo hizo a los 89 (contra el Levante) y a los 46 (contra el Betis).
A principios de año, cuando el coronvirus todavía no había invadido al mundo y la vieja normalidad era algo cotidiano, el francés ya se había pronunciado sobre las posibilidades que iba a tener Isco en la temporada venidera.
“Está jugando y quiere su sitio, pero como todos. Cada uno que tiene oportunidad de jugar tiene que rendir y los jugadores son conscientes de eso y me gusta como jugador”, consideró en enero.
Ahora, nueve meses después, parece ser que no es un jugador indispensable para el francés, a pesar de que tiene por delante un calendario apretado en donde las rotaciones serán claves para no sufrir bajas inesperadas.
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