Como ya es una costumbre, Lionel Messi nuevamente volvió a ser protagonista de un Clásico de España. El argentino se mostró muy participativo (clave en el primer gol de su equipo), tuvo en Ansu Fati a su principal aliado y estuvo cerca de marcar, pero no le alcanzó. El nivel del Barcelona mermó considerablemente en el complemento y perdió por 3 a 1 como local.
El partido no comenzó bien para los dirigidos por el holandés Ronald Koeman, ya que a los cinco minutos el uruguayo Federico Valverde apareció para abrir el marcador con un remate cruzado que quebró la resistencia de Neto. Sin embargo, tres minutos después, la Pulga frotó su lámpara para dejar mal parada a la defensa rival. El argentino, desde mitad de cancha, envió un pase en profundidad para que Jordi Alba rompa líneas y habilite al joven Ansu Fati, quien solamente tuvo que empujar el balón a la red para decretar la igualdad.
El 10, que jugó la mayoría de la primera parte libre en ataque, recibió una dura entrada del volante central brasileño Casemiro tras el primer cuarto de hora. Messi, tras dar algunos pasos, no pudo contener el dolor y quedó tendido en el suelo. Cuando el juego se detuvo, el árbitro Juan Martínez Munuera decidió amonestar al mediocampista.
A los 23, tras una asistencia de Ansu Fati, el capitán ingresó al área, encaró y dejó de muy buena manera en el camino a Sergio Ramos y probó con derecha, pero no pudo doblegar al buen arquero belga. El argentino probó con un remate al primer palo, pero el 1 reaccionó de manera estupenda.
Messi también protagonizó una de las grandes polémicas del día. Cinco minutos después, luego de una buena maniobra, el crack azulgrana ingresó con pelota dominada y se perfilaba para petear, pero Casemiro, con una entrada desde atrás, evitó el peligro. El brasileño barrió la pelota y el pie del rosarino, pero el juez decidió no sancionar la pena máxima.
Antes de iniciar el complemento, Leo se acercó a los árbitros para reclamar la falta de Casemiro, que podría haber sido sancionada como penal y el brasileño podría haber recibido su segunda amarilla.
A los pocos minutos de la primera parte, la conexión Messi-Fati volvió a avisar en el partido. El argentino asistió al joven español, quien en vez de devolverla encaró y buscó el arco, algo que el ’10′ le reprochó.
A los 17 minutos, otra vez el partido se le puso cuesta arriba al cuadro local. Debido a la intervención del VAR, el juez decidió sancionar un penal por falta de Lenglet. El capitán Sergio Ramos -que estuvo en duda durante la semana por una lesión- no perdonó y marcó el 2 a 1.
Koeman, para intentar dar vuelta el juego, mandó a todas sus opciones en ofensiva (Antoinne Griezmann, Trincao, Ousmane Dembelé y Martin Braithwaite) a la cancha; pero acumular jugadores no le funcionó. Pero sobre el final, Luka Modric, que se tomó un tiempo de más cuando la mayoría se apura, dio por cerrado el juego. Incluso, si no hubiese sido por varias formidables intervenciones de Neto, el resultado hubiese sido más abultado para el Real Madrid.
Ya en el final, y enfadado por lo sucedido en el campo de juego, Lionel Messi fue amonestado durante el epílogo del juego.
Aunque el Real Madrid es una de las víctimas favoritas de Lionel Messi (le marcó en 26 oportunidades), el argentino atraviesa una atípica racha negativa en el Clásico de España. Con este juego lleva una sequía de seis partidos ante el Merengue.
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