Pasaron cuatro fechas del inicio de la temporada para el Barcelona, que viene de protagonizar una campaña para el olvido después de no poder levantar ningún trofeo en la edición pasada y tras realizar una profunda reestructuración en la plantilla.
Entre las decisiones que se tomaron, la partida de Luis Suárez fue una de las más importantes, así como también la llegada del nuevo entrenador Ronald Koeman, quien tuvo la difícil tarea de comunicarle al uruguayo que no iba a ser indispensable en su esquema.
Ahora, el técnico holandés reveló cómo fue esa llamada telefónica y también detalló su primer encuentro con Lionel Messi, en medio de las especulaciones sobre su salida del equipo.
“Todavía estaba de vacaciones, lo que dificultaba las cosas. Por eso levanté el teléfono, no había otra forma. Es mejor transmitir el mensaje de manera honesta y clara”, aseguró Koeman en una entrevista con el diario holandés Algemeen Dagblad.
“Suárez todavía tenía un contrato en vigor y podía decidir por sí mismo cómo veía su futuro. Pero yo fui claro. Esa es también la única opción en este tipo de casos”, agregó.
“Estaba claro de antemano que las cosas tenían que cambiar. El club pensaba eso, pero yo también lo pensaba. En la forma de juego, pero también dentro de la plantilla. Jóvenes talentos como Ansu Fati y Pedri se están desarrollando muy bien y Suárez era uno de los jugadores que, en mi opinión, jugaría menos esta temporada”, consideraba el ex entrenador del Everton sobre el futuro que le depararía al tercer máximo goleador azulgrana.
Una decisión que dejó golpeado al plantel, pero sobre todo a su amigo Lionel Messi: “Entendí muy bien esa decepción”, reconoció Koeman sobre lo que sintió el argentino, y continuó diciendo: “Pero cuando Luis nos dejó, vino al entrenamiento especialmente para saludar personalmente al personal técnico. Es algo que no haría si nos culpara, creo. Hemos actuado en este tema de forma abierta y justa, creo”, remarcó.
En la misma entrevista, el técnico culé también habló sobre los primeros contactos con la Pulga, en medio de la polémica que giraba en torno a su salida del club: “En su casa me contaba todo tipo de cosas. Escuché eso con atención (...) Solo podía hablar de cómo quería trabajar y de cómo quería cambiar las cosas. Eso estuvo bien, porque al final de la conversación hablamos sobre las mejores formas de presionar, sobre el juego, realmente sobre el fútbol. Eso me gustó: él es un fan y todavía quiere saber cómo va”.
“En mis primeros días hablé mucho con la gente sobre la situación en el club. Luego quedó claro que había un gran descontento entre los jugadores, en todo tipo de áreas. Por lo tanto, era una prioridad para mí hablar primero con Messi, para escuchar cómo veía las cosas”.
“El club lo tenía muy claro: no podía irse. La suma global (700 millones de euros) era tan alta que ningún club la pagaría en este momento. Entonces, para mí, la pregunta principal era cómo lo recuperaría, en el campo y más allá, como persona y como jugador de fútbol. Cuando de hecho comenzó a entrenar nuevamente después de esa agitada semana, solo vi cosas buenas. Su actitud, su actitud... no había ni hay de qué quejarse. Lo bueno es que cuando Messi ve una pelota, se divierte”, sentenció.
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