Adama Traoré debutó por fin en la selección española comandada por Luis Enrique. Lo hizo en el duelo amistoso ante Portugal que se llevó a cabo en el estadio José Alvalade de Lisboa, el cual terminó 0-0. El ex futbolista de Barcelona ingresó en el minuto 62 por Sergio Busquets y dejó muy buenas sensaciones de cara a futuro.
Con 24 años, el jugador del Wolverhampton inglés fue noticia anteriormente por lo sorprendente que resulta su físico al lado de otros rivales. Ahora, tras consagrarse en La Roja, explicó algunos secretos para mantenerse en forma.
El español de orígenes malienses alcanza los 1,78 metros y, a pesar de impresionar con sus músculos, una de sus virtudes es la velocidad que emplea por la banda que, sumado a su fuerza, lo hace prácticamente imparable.
“Mi trabajo de gimnasio lo guía el preparador personal que me lleva. Pero no hago pesas. Mi genética es así y hace que mi musculatura crezca muy rápido”, remarcó el atacante con ascendencia africana. “Hago otros ejercicios. Cada persona tiene que adaptarse lo que le va mejor a él. Yo hago bastante core, abdominales excéntricos, poleas... El secreto está en conocer tu cuerpo y adaptar el entrenamiento a tus condiciones físicas”, agregó en diálogo con el periódico español As.
“Mi rutina de trabajo comienza con un calentamiento para preparar la musculatura antes de un entrenamiento intenso. Hago ejercicios no sólo para potenciar, sino también para prevenir lesiones, que es lo que más teme cualquier deportista”, explicó Traore, quien conoce de primera mano las consecuencias de cada molestia física.
“He ganado en musculatura con el entrenamiento, el descanso y la alimentación. Es un equilibrio de todo. Mi cambio físico, la evolución, también ha sido por necesidad. Con 15 años tuve problemas en las rodillas, con una tendinitis que no me dejaba hacer mi juego ni explotar mi velocidad. También una pubalgia incómoda. Ahí comencé a fortalecer en el gimnasio. Era muy explosivo y necesitaba hacer un trabajo más específico para evitar lesiones”.
“La alimentación es fundamental y lo considero una parte más, muy importante, del entrenamiento. El agua, aunque yo en los partidos no bebo mucha, es vital. Mantener el nivel de agua en el cuerpo es fundamental para un deportista. Intento variar los platos y tener una alimentación variada, sana y equilibrada. Lo mismo puedo comer un poco de paella que un plato típico de Mali con salsa de cacahuetes y arroz integral”, detalló el atacante del Wolves.
“¡Todo lo hace mi madre, que es la mejor cocinera del mundo! Luego, como todos los deportistas, también tiro mucho de la pasta italiana. Como en función de lo que me indica el nutricionista y de lo que me gusta”, exclamó.
Finalmente, también se refirió a la llamada que recibió de Mali para que formara parte de su selección: “La llamada de Mali es por mis orígenes africanos y agradezco que se acordaran de mí, pero yo me siento español porque he nacido en Hospitalet y siempre he jugado con las categorías inferiores de España".
"No puedo negar mi procedencia africana, pero me siento español y estoy orgulloso de haber debutado y de haber puesto mi granito de arena con la Absoluta después de haber jugado con las categorías inferiores de La Roja”, sentenció.
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