Fernando Torres se convirtió en una leyenda del Atlético de Madrid, pasó por el Liverpool, el Chelsea y el Milan, y se retiró tras dar sus últimos pasos en el Sagan Tosu de la J1 League de Japón.
Hoy, con 36 años y a poco más de un año de haberle puesto fin a su extensa y laureada carrera futbolística, el delantero español sorprendió a sus fanáticos con su impactante cambio físico, el cual mostró a través de la cuenta oficial de su cadena de gimnasios que posee en Madrid.
Su 1,86 metros le valieron ser un referente en el área y su figura fina y estirada fue mutando con el correr de los años en la élite del fútbol profesional, sin embargo, con el boxeo como principal deporte, tras colgar los botines, el ex futbolista logró ganar más masa muscular y tonicidad.
Con fotos y videos en la cuenta oficial de “Nine Fitness”, el oriundo de Funelabrada demuestra sus aptitudes con la intención de seguir sumando gente a su nuevo proyecto al mismo tiempo que continúa con sus cursos y capacitaciones dentro del mundo del fútbol, tal como aseguró en su reciente documental que se estrenó este viernes 18 de septiembre por Prime Video de Amazon: “El último símbolo”.
“Voy a hacer cursos de entrenador, de gestión deportiva, para lo que pueda venir. El futuro me dirá si puedo volver al mundo del fútbol. El Atlético controla mis emociones y, si tengo la oportunidad, volveré al sitio que me permita ayudar más al Aleti”, reconocía.
Mientras despunta una de sus pasiones, el ex jugador español aseguró que su objetivo actualmente es “disfrutar de mi tiempo, de mi familia, no tener que hacer maletas y viajar cada tres días”.
En dicho documental también reveló el peor momento que vivió con Diego Simeone, tras regresar al club en 2014: “Podía aceptar la realidad de que tal vez no estaba en condiciones de ser titular en los 40 partidos de la temporada, pero nunca pude entender cómo ni siquiera me tendría sentado en el banco para los partidos”.
“Lo que sentí fue una gran responsabilidad para con la afición. Nunca le pedí a Simeone ningún tipo de explicación porque sé cómo es. No sé si fue algo personal o profesional o un poco de ambos. Entiendo que puede ser complicado para un entrenador gestionar el regreso de un jugador como yo. Pero en algún momento todo llegó a un punto crítico. Simplemente explotó”, concluyó.
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