Neymar fue el gran protagonista del partido entre el PSG y el Olympíque de Marsella, que acabó con triunfo para el visitante por 1 a 0, luego de 11 años sin festejos en del clásico. El brasileño, que había tenido una buena actuación en los primeros minutos, se olvidó del juego luego de un cruce que mantuvo con el español Álvaro González, a quien finalmente agredió físicamente en el final del encuentro.
El ex Barcelona acusó en la primera mitad al defensor de racista, aunque los micrófonos de la transmisión oficial no pudieron captar que el jugador del Marsella pronunciase algún insulto de esta índole. Esa discusión a los gritos no fue sancionada por el árbitro, pero quedó claro que a partir de ese momento nació un duelo personal entre ambos.
Sobre el final del partido, en el cuarto minuto de adición, el brasileño fue en búsqueda del zaguero español. primero lo empujó contra la línea de cal y luego tuvo un fuerte entredicho. Más tarde, aprovechó la batalla campal desatada por el cruce entre Leandro Paredes y Darío Benedetto, para golpear a González. En un primer momento, el árbitro no lo expulsó por esa piña, pero al revisar la acción en el VAR pudo comprobar la acción y le mostró la tarjeta roja.
Al salir rumbo al campo de juego, Ney se enojó con el árbitro asistente y luego gritó ante cámara: “Es un racista, por eso le pegué”. No conforme con eso, se quedó parado en el túnel que dan a los vestuarios, aguardando por su rival a quien había amenazado con golperlo tras el pitazo final.
Una vez terminado el encuentro, el goleador tuiteó: “Mi único arrepentimiento que tengo es no haberle dado a este imbécil en la cara”.
Neymar no fue el único que se fue expulsado, sino que Leandro Paredes, Darío Benedetto, Layvin Kurzawa y Jordan Amavi también se marcharon antes de que culmine el clásico y dejaron a sus equipos con 9 jugadores debido a la gresca generalizada que tuvo lugar sobre el final.
De esta manera, en un Parque de los Príncipes con una mínima presencia de público por la pandemia del coronavirus, el Marsella consiguió su primera victoria en París desde 2010 y su primer triunfo sobre el París Saint-Germain desde noviembre de 2011. En esos casi nueve años, teniendo en cuenta todas las competiciones, el PSG lo había derrotado en 17 ocasiones en 20 partidos. Los otros tres duelos acabaron en empates.
El resultado de este domingo permite al subcampeón de la pasada campaña sumar seis puntos en las dos fechas jugadas hasta el momento. Una situación antagónica a la del cuadro parisino, que sigue en cero en la tabla, en los últimos puestos, igualado por ahora con pleno de derrotas con Metz, Dijon y Estrasburgo.
Antes este domingo, Rennes, Mónaco y Lille, tres de los candidatos a desafiar la hegemonía del PSG en la Ligue 1, ganaron sus partidos de la tercera jornada y se colocaron al frente de la clasificación. Cada uno tiene 7 puntos en tres partidos disputados y es el Rennes el que ocupa el liderato por una mínima mejor diferencia de goles (+3 contra +2 de los otros dos).
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Con información de AFP