Ha comenzado una nueva era en el FC Barcelona. Después de la escandalosa goleada en contra 8-2 que sufrió el equipo culé frente al Bayern Múnich en la última edición de la UEFA Champions League y el amague de salida de Lionel Messi, el elenco culé inició una nueva temporada bajo las órdenes de Ronald Koeman como entrenador. El ciclo del DT holandés se puso un marcha imponiéndose por 3-1 en un amistoso ante el Gimnástic de Tarragona, equipo que milita en la segunda división B de España (tercera división).
El astro argentino fue titular en el equipo que jugó el primer tiempo en el estadio Johan Cruyff de la Ciudad Deportiva Joan Gamper, un elenco que formó con Neto; Sergi Roberto, Piqué, Lenglet, Jordi Alba; Aleña, Busquets, Pedri; Messi, Griezmann y Dembélé. Con estos once jugadores fue que el estratega neerlandés afrontó su estreno en el Barça.
No tuvieron problemas para dominar el partido desde el inicio. Solo 5 minutos tardaron en traducir su control del balón en ventaja en el marcador: el primer gol fue anotado por Dembélé después de una jugada embarullada dentro del área que terminó en los pies del jugador francés, quien batió al portero Wilfred con un tiro bajo. Y en el minuto 16, Piqué fue derribado por Ribelles en el área y el árbitro no dudó en cobrar el penal, que sorpresivamente fue ejecutado por Griezmann y no por Messi.
Con el 2-0 prematuro y un 78% de posesión de pelota, el equipo de Koeman sufrió el descuento tras un disparo muy bien colocado por Bonilla desde la frontal del área que sorprendió al portero brasileño Neto y logró achicar la diferencia en el marcador para el Nàstic.
Fue una primera mitad productiva para Lionel Messi: intervino sobre todo partiendo desde el costado derecho pero teniendo libertad absoluta e influyendo también en carriles centrales. No estuvo muy enfocado en la portería rival –solo ejecutó un remate muy desviado en el minuto 42– pero sí estuvo bastante participativo en la gestación.
De cara al segundo tiempo, Koeman cambió completamente la alineación. Iñaki Peña; Semedo, Araujo, Cuenca, Junior; De Jong, Riqui Puig; Coutinho, Trincao, Braithwaite y Konrad, fueron los elegidos para jugar el segundo tiempo. Esta formación tampoco tuvo problemas para marcar goles rápidamente, ya que en el minuto 6 el brasileño Coutinho cambió un penal por gol y puso el 3-1.
A partir de allí, el duelo transcurrió sin grandes jugadas de peligro y con el Nàstic recurriendo al roce físico para cortar el ritmo culé –sumaban 20 faltas en 70 minutos de juego– ante un Barça que no lograba generar tanto peligro como en la primera mitad del encuentro. De todas formas, el conjunto azulgrana no daba opciones a su rival y recuperaba la posesión muy rápido. Así se diluyó un partido que marcó el inició del nuevo ciclo.
Para este partido no entraron en la convocatoria Luis Suárez y Arturo Vidal, que están definiendo qué será de su futuro porque Koeman no los tiene en sus planes. Otro ausente fue la joya Ansu Fati, quien sufrió un golpe en la práctica de este viernes y fue preservado. Tampoco estuvo el fichaje estrella, el bosnio Miralem Pjanić, quien está incorporándose de forma paulatina al club catalán tras superar el coronavirus.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: