Quién es Pepe Costa, el amigo y consejero de Messi que lo acompaña en medio de la crisis con el Barcelona

Son horas decisivas en la vida de Lionel Messi, en su carrera deportiva y también en el aspecto personal. Si la Pulga termina arreglando su salida del Fútbol Club Barcelona, no solo dejará atrás un club que lo cobijó durante 20 años sino que además lo hará con la ciudad a la que adoptó como propia y en la que, entre tantas cosas, formó una familia. Es así que el zurdo pasó estos últimos días recluido en su mansión de Casteldefels y rodeado de sus seres queridos, como su padre Jorge, su hermano Rodrigo, su mujer Antonela, sus tres hijos Thiago, Mateo y Ciro, su compañero y amigo Luis Suárez y con Pepe Costa.

Esta lista efímera de individuos que forman parte del círculo íntimo del seis veces ganador del Balón de Oro ya es conocida, se sabe quién es cada uno y qué rol ocupa en el ’Clan Messi’ a excepción de uno: el último.

Si uno googlea rápidamente su nombre junto con el apellido del astro rosarino, seguramente encuentre que este jueves jugaron juntos al pádel en la casa del deantero de 33 años, una actividad a la que Leo se volcó para desgastar tensiones en este momento que le toca atravesar. Aquellos con más memoria y consumidores de las series por streaming detectarán que se trata de uno de los personajes que aparece en Matchday -la serie de Netflix que relata los inicios de la temporada 2019/20 del Barça- en uno de sus capítulos compartiendo un asado con el argentino, el uruguayo y Jordi Alba. Pero, ¿quién es Pepe Costa en verdad?

Costa es, tal vez, desde hace unos años, quien mejor conoce y más trata al ’10′ blaugrana en el ambiente del fútbol. Algunos lo llaman “el conseguidor” del Barcelona, porque es el encargado de encontrar soluciones para los miembros del plantel futbolístico, aunque todos saben que hoy por hoy cumple, especialmente, las funciones de vocero, acompañante, gestor y, si hace falta, guardaespaldas de Messi. Lo que se dice: un amigo inseparable.

Alto, fornido, casi siempre sonriendo y mostrando casi toda su dentadura, se lo puede ver al lado de Leo al llegar o salir de un aeropuerto, observando un partido en el palco, en un entrenamiento del Barcelona o de la Selección, en el túnel que conduce a la cancha en cualquier partido, junto al resto de jugadores azulgranas, o en cualquier foto de la Pulga relacionada con temas del deporte de la pelota.

Ex marcador central, surgido de las divisiones inferiores del Culé (La Masía), Costa se retiró jugando en el Murcia y en el Sabadell (otro equipo catalán). El permanecer en el ambiente futbolístico le permitió relacionarse con Sandro Rosell, entonces ejecutivo de la empresa Nike en Brasil, y allí vivió varios años. Cuando Rosell asumió como vicepresidente del Barcelona en la gestión de Joan Laporta, en 2003, se llevó a Pepe para gestionar la oficina de atención al jugador, aunque terminó mucho más cerca de Messi que del resto de sus compañeros por una cuestión de afinidad.

Cuando se produjo el conflicto con Laporta y Rosell pasó a ocupar su cargo, se creyó que la suerte de Costa estaba jugada, pero no sólo resistió y continuó ya con su amigo en la presidencia, sino que pudo seguir incluso con Josep María Bartomeu, el actual mandatario, aunque vivió también algunas zozobras.

Costa lo pasó mal a fines de 2014, por los movimientos políticos internos cuando Luis Enrique Martínez era el director técnico del equipo en su primera de las tres temporadas y la relación con Messi y otros de sus compañeros era muy tirante.

Luis Enrique -ahora entrenador de la selección española- no tenía buena relación ni con Costa ni con Marcelo Daddy D’Andrea, fisioterapeuta de la Albiceleste y otro de los mejores amigos de Messi, y además, el vestuario tampoco se llevaba bien con el entonces team manager del equipo, Emili Sabadell, quien respondía al director general del club, Antoni Rossich.

Si bien la función de Costa es asistir a los jugadores en su integración a la ciudad y al club, puede decirse que está mucho más abocado a solucionar los problemas de Messi que del resto. Tiene vía libre para viajar con él a la Argentina en cada convocatoria de la selección (función en la que reemplazó al fisioterapeuta del club, Juanjo Brau) y fue reemplazando al padre, Jorge Messi, en algunos trámites y representaciones.

Para Messi es más que un amigo, es una especie de segundo padre. En determinadas ocasiones suelen hablar en código (“¿me trajiste aquello?”, “¿vas a hacer lo que me decías?”) y se suele ir de vacaciones con la familia, además de haber estado, lógicamente, en su casamiento. Después se quedó en Rosario, en unas mini vacaciones, con las familias de Luis Suárez y Cesc Fábregas, dos de los mejores amigos del mejor jugador del mundo. También suele viajar con los Messi a los distintos acontecimientos, como las promociones publicitarias o las entregas de premios por todo el mundo.

Algunos prefieren definirlo como “guardia de seguridad” de su acompañante y suele ser muy estricto resguardando la privacidad del futbolista. Le ha llegado a decir que no a Gerard Piqué en grabaciones caseras en aviones para que la Pulga descansara y hasta puede llegar a exagerar como cierta vez cuando unas niñas se le acercaron a Messi para sacarse una foto con él. Eran las sobrinas de Tamara Gorro, presentadora de TV y pareja de Ezequiel Garay. Pero atrás de ellas estaba Pepe, con su ceño fruncido, y él también salió en la imagen, al fondo, atrás del astro.

En noviembre de 2017, justo cuando Messi se aliviaba por la clasificación para el Mundial, Costa tuvo un accidente con su bicicleta, con una fractura de pelvis que lo mantuvo alejado del vestuario azulgrana por varios meses y no pudo estar cuando le dieron a Messi el Botín de Oro.

El hijo de Pepe Costa, Álvaro, también vivió en Brasil y resultó muy importante para el Barcelona por su muy buen dominio del portugués y su heredada capacidad para relacionarse con los jugadores y el ambiente del fútbol, como por ejemplo, en la adaptación de Neymar, cuando llegó en 2012 procedente del Santos.

Es tal la amistad de Messi con Pepe Costa, que el día anterior a su casamiento invitó a un almuerzo solo para sus íntimos, entre ellos el team manager del Barcelona, Gabriel Milito, y el ex arquero José Luis Pinto. Milito llegó a Rosario desde Buenos Aires, mientras que Pinto y Costa, desde Barcelona. “Nooooo!!! Sabes lo que serán 12 horas de viaje junto a Pepe? Leo, allá vamos!”, publicó Pinto, en Instagram, antes de partir.

En las buenas y en las malas, para ser su sostén anímico o para abrirle camino en la vía pública, Pepe Costa, vocero, secretario, guardaespaldas o team manager, como se lo quiera interpretar, siempre está allí, al lado de Messi. Y esta vez, cuando la Pulga se encuentra al frente de una de las decisiones más importantes de su vida, no es la excepción.

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