Luego de presentar un burofax el pasado martes, en el que le envió la documentación pertinente para solicitar su salida del club, Lionel Messi le pidió a su círculo íntimo coordinar una reunión con Josep María Bartomeu y las principales cabezas de la comisión directiva para acordar los términos de su marcha rumbo a otra institución.
Según informaron los medios catalanes El Periodico y Sport, la postura del argentino es la de consensuar una salida que cause el menor daño posible a todas las partes. La idea del futbolista es la de evitar iniciar una guerra judicial con los azulgranas, equipo que lo cobijó durante 20 años. Ahora, con la pelota del lado blaugrana del campo, se espera una respuesta para ver cómo avanza una negociación que mantiene en vilo al planeta.
El periodista Fernando Polo aclara en el diario Mundo Deportivo que el encuentro se desarrollaría de manera virtual y se espera que sea entre Jorge Messi –en su rol de representante de Leo– y el presidente Bartomeu. Si todo continúa en la misma línea, la primera charla formal se dará entre hoy y mañana gracias a las herramientas tecnológicas, teniendo en cuenta que Jorge recién viajará hacia España en las próximas horas según pudo saber Infobae.
No obstante, desde España aseguran que por el momento el Barcelona se mantiene firme en su postura: retener al argentino o dejarlo salir a cambio de su cláusula de rescisión, la cual equivale a 700 millones de euros. Los Culé sostienen que la Pulga sigue siendo la piedra fundamental del proyecto deportivo que encabezará el director técnico Ronald Koeman a partir de la próxima temporada.
El medio madridista Marca va más allá: afirman que la dirigencia ya tiene la postura tomada en que sólo se sentarán para negociar la renovación de su contrato con el Blagurana o en tal caso no tienen nada que negociar.
En los últimos días, las versiones de un lado y del otro sólo irrumpen por canales extraoficiales, por trascendidos a los medios. Sólo un directivo dio la cara y por la obligación de estar en la presentación de un refuerzo. Ramón Planes, quien asumió el mando de secretario deportivo en las últimas semanas, respondió del tema en nombre de la dirigencia: “No contemplamos ningún tipo de salida de Leo a nivel contractual. Nosotros queremos que Leo se quede”. No hubo otra voz oficial, ni del lado de Messi, ni del de la directiva.
Los trascendidos indican que Messi hablará sobre el tema. Nadie tiene precisiones si elegirá un medio argentino o español. Tampoco si optará por sus redes sociales. Sin embargo, todos coinciden en que más temprano que tarde dará a conocer su postura ante el mundo oficialmente para terminar con las especulaciones y los mensajeros.
Mientras tanto, durante los últimos días, los diarios catalanes dejaron correr el trascendido de que Bartomeu está dispuesto a poner su renuncia sobre la mesa a cambio que Messi se quede. En el juego de ajedrez que se vive internamente en Barcelona ya se hizo saber que Leo no tomó esta decisión en busca de derrocar al presidente, quiere un cambio de aire. Manchester City parece como la opción más factible, aunque todo está por verse. Incluso existe la chance de que recurra a la FIFA para hacer valer sus derechos y así poder marcharse del club, aunque eso figura en el tablero como la última opción si se tiene en cuenta que no quiere irse con problemas.
Por lo pronto, hay una fecha límite. Imposible de esquivar. El próximo domingo 30 de agosto, el plantel de Barcelona está citado en la Ciutat Esportiva Joan Gamper de Sant Joan Despí para realizarse los respectivos tests de coronavirus con la intención de iniciar la era Koeman el lunes siguiente. ¿Estará Leo?
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