Lo que parecía ser inverosímil se transformó en realidad: Lionel Messi le comunicó al Barcelona que quiere irse. Aquella primera declaración: ”Me veo más afuera que adentro”, deslizada en la reunión íntima que tuvo el astro rosarino con el flamante entrenador Ronald Koeman fue el fósforo que encendió la mecha para todo lo que se generó después.
Según lo informaron los canales de noticias TyC Sports y Fox Sports este martes, la Pulga le informó vía Buró Fax al Barça sus intenciones de marcharse del club. Es así que, a partir de la situación en torno al zurdo de 33 años, los grandes clubes de Europa ya están atentos a ver cómo se desarrolla esta situación con el capitán del Blaugrana y analizan cómo podría darse su salida.
Legalmente, Messi tiene contrato con el Barça hasta junio de 2021, el cual casi renueva hasta 2023 durante la pandemia pero que finalmente nunca terminó de firmar. Esto lo dejaría como jugador libre para la próxima temporada y autónomo de elegir en dónde continuar su carrera. Sin embargo, existe una cláusula en su vínculo que le permite marcharse un año antes de la finalización del contrato y eso está en litigio entre las partes. ¿La otra opción? Pagar una cláusula de rescisión de 700 millones de euros.
En cuanto a los clubes que se asoman como los principales interesados en quedarse con la Pulga, el medio Deportes Cuatro informó en las última horas que el gran favorito sería el Machester United. “Es el mejor situado ya que tiene capacidad financiera para afrontar el supuesto fichaje y poder pagarle lo que cobra en el FC Barcelona”, señalaron. Un dato no menor, teniendo en cuenta que el sueldo percibido por el surgido de Newell’s Old Boys superaría los 50 millones de euros por temporada.
De los que más se habló en estos días son el Inter de Milán y el Manchester City. Desde Italia, le habrían planteado un proyecto deportivo ambicioso, sumado a las ventajas del sistema de hacienda del país, hecho que llevó nada menos que a Jorge Messi a mudar sus oficinas comerciales allí. Mientras que por el lado del elenco inglés, las presencias de Pep Guardiola y Kun Agüero para poder convencerle tienen gran peso en la balanza. Tampoco se podría descartar a un club como el París Saint Germain, que ya demostró el peso de su poderosa billetera en el pasado y hasta su entrenador, Thomas Tuchel, habló del tema en las últimas horas: “Messi sería bienvenido en el PSG”.
Otro de los aspira contar con el ’10′ de la selección argentina es David Beckham, dueño del Inter de Miami y que expresó su sueño de algún día poder reunir en su equipo a los dos mejores jugadores del mundo de la era moderna: el propio Messi y Cristiano Ronaldo. Pero este objetivo pareciera ser a largo plazo. Por último, el Chelsea es otro equipo que también estaría interesado, aunque sus opciones son remotas.
¿Y Newell’s? Sin dudas aparece como la opción más inesperada en el escenario actual, más allá de que el propio jugador reiteró en muchas ocasiones que tenía intenciones de jugar en algún momento en el club de sus amores. “Siempre digo que de acá no me quiero ir. Tengo el sueño de poder jugar en Newell’s, pero no sé si se va a dar”, dijo en una entrevista meses atrás.
Pese a que el panorama parece muy complicado y nadie se imagina a Messi fuera del Blaugrana, el escenario cambió drásticamente en las últimas horas. Según indican las primeras versiones, las partes deberán definir si ese comentado apartado del contrato para marcharse anticipadamente está en vigencia o si ya venció. Cabe recordar que, todos los años y de común acuerdo, Leo tendría la potestad de elegir si continúa o no en el equipo y esta decisión sería sin cargo. A priori, ésta vencía el 10 de junio, pero en esta ocasión, al tratarse de una temporada inusual en la que el calendario se modificó por la pandemia del coronavirus y la competencia terminó en agosto y no en mayo, desde el lado del futbolista entenderían que se estiró automáticamente hasta el 31 del corriente mes.
Mientras internamente se define eso, el modo de romper actualmente su vínculo con el Barcelona sería abonar su cláusula de salida, cifra que ni el jeque más rico ni el club más millonario estaría en condiciones de desembolsar. El análisis sería que en caso de tener que pagar una cifra por su ficha sería más lógico un precio similar al que París Saint Germain puso por Neymar años atrás (más de 200 millones de euros) que el que actualmente indica la cláusula de su contrato. Todo está por verse...
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