Su historia recorrió el mundo después de transformarse en una de las figuras más destacadas del histórico triunfo ante el Barcelona por los cuartos de final de la Champions League. Si bien todavía no pudo convertir en las siete participaciones que tuvo a lo largo de la competición más codiciada de Europa, Alphonso Davies dejó de ser una promesa para emerger como una realidad del Bayern Múnich, que esta tarde se coronó ante el PSG en la final de la Liga de Campeones.
En la actualidad, con 19 años, es un pilar fundamental en el combinado que lidera Hans-Dieter Flick. Pero cuando tuvo su primer vínculo con la pelota en su infancia jamás se imaginó el extraordinario presente que atraviesa. Es que el joven futbolista nació en un campo de refugiados de Buduburam, Ghana, luego de que su familia lograra sobrevivir a la sangrienta Segunda Guerra Civil de Liberia.
Cuando cumplió los cinco años pudo emigrar junto con sus seres queridos a Canadá, para establecerse en Edmonton, Alberta. Sus inicios en el deporte que ama fueron en el Whitecaps de Vancouver nueve años después. Allí se convirtió en el jugador más joven en debutar en la United Soccer League, y gracias a sus producciones se ganó la contratación del Bayern Múnich, donde ya se consagró campeón de la Bundesliga y de la Copa Alemana.
Antes de arribar al combinado teutón, Davies ya había sido elegido mejor jugador Sub 17 en Norteamérica, lo que le permitió debutar en la selección mayor de Canadá cuando todavía era un adolescente. En la Copa de Oro del 2017 demostró su jerarquía con los goles que le convirtió a Guayana Francesa y Costa Rica. Incluso contribuyó para llevar al debilitado combinado del norte a los cuartos de final, donde cayó frente a Jamaica, que terminaría como subcampeón del certamen tras el título de Estados Unidos.
Lo llamativo es que el domingo buscará la gloria en el Estadio da Luz de Lisboa contra el PSG, institución en la que se desempeña su novia Jordyn Huitema en el fútbol femenino. Si bien en abril cumplieron el tercer año de la relación, el destino los obligó a mantener el vínculo a distancia y será la primera vez que sus intereses se verán afectados por el duelo entre los equipos de Alemania y Francia. De hecho, los medios europeos informaron que Davies le consultó a las autoridades del Bayern Múnich si existe la posibilidad de incorporar a su pareja a las filas germanas para evitar los 840 kilómetros que los separan habitualmente.
Otra de las curiosidades que vivió el canadiense en la Champions League se remontan a la humillación que le propinó a su ídolo Lionel Messi. El catastrófico 8 a 2, que marcó la eliminación del Blaugrana y una profunda crisis deportiva en el club catalán, dejó al astro rosarino perturbado y fuera de sí. Por ello, cuando el lateral izquierdo se acercó a la Pulga para pedirle un cambio de camisetas, la respuesta negativa del argentino no modificó su admiración porque entendió el sufrimiento por el que estaba atravesando la leyenda del Culé. “Se la pedí, pero pienso que estaba un poco perturbado, así que la próxima vez será”, explicó Davies ante la prensa.
Alphonso había reconocido en una entrevista con la UEFA que Messi era uno de sus ídolos. “De pequeño solía verlo todo el tiempo, y ahora me tocó enfrentarlo”, declaró orgulloso el futbolista del Bayern Múnich, quien también contó cómo fue la charla que tuvo con su padre horas antes del histórico cruce.
“Me llamó y me dijo: Vas a jugar contra tu jugador favorito, ya veo. Y respondí: Sí. Y entonces ambos empezamos a reírnos por teléfono. Y honestamente no podíamos creerlo, porque sabe que admiraba a Leo cuando era más joven”, destacó el canadiense que también suele desempeñarse de extremo izquierdo y tiene un valor de mercado, según Transfermarkt, de 60 millones de euros.
Por la tarde tuvo un doble reto para seguir haciendo historia. Obtuvo la Orejona en un nuevo desafío: eliminó al club en el que brilla su novia. Del mismo modo que lo hizo con su ídolo, Davies se olvidó de los asuntos personales para alcanzar la gloria.
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