Una situación paradójica se vive esta tarde durante la final de la Champions League que disputan PSG y Bayern Munich: mientras el partido en Lisboa se disputa en un estadio a puertas cerradas, en París miles de fanáticos se han dado cita en el Parque de los Príncipes para palpitar el minuto a minuto del encuentro a través de pantallas gigantes. Esta masiva reunión se da en el marco del rebrote de contagios de coronavirus que se ha registrado en Francia en los últimos días, con 4897 casos confirmados el último domingo, el número más alto desde el fin del confinamiento.
En los días previos a la final el PSG había anunciado que permitiría el acceso de 5 mil fanáticos al estadio para ver el encuentro en pantalla gigante. La capacidad limitada se debe a las medidas de seguridad y de distanciamiento social dictadas para los espectáculos deportivos en el marco de la pandemia de Covid-19. Un grupo nutrido de simpatizantes se reunió, además, en los alrededores del Parque de los Príncipes. En las imágenes de la jornada se los ve a todos con tapabocas, muchos de ellos con los colores y el escudo del club.
Las entradas, con un precio de 15 euros cada una, se vendieron bajo los mismos patrones que en los amistosos ante el Beveren o el Celtic Glasgow, organizados a finales de julio, dotando de prioridad a los abonados, precisó el club de la capital. Un centenar de niños “desfavorecidos o enfermos, procedentes de hospicios parisinos o de asociaciones” colaboradoras con la Fundación PSG fueron asimismo invitados a la retransmisión, al igual que antiguos jugadores del club.
Esta situación se contrasta con la que se vive en Lisboa, ciudad en la que se ha disputado el Final 8 de la Champions League. La “burbuja” sanitaria implica, entre otras políticas, que todos los partidos se disputen a puertas cerradas y que en los estadios solo puedan permanecer los integrantes de los planteles, unos pocos auxiliares y periodistas acreditados.
Una de los temporadas más atípicas de la historia del fútbol europeo llega a su fin este domingo con el duelo entre el Bayern Múnich y el Paris Saint-Germain (PSG) en el Estádio da Luz de Lisboa en el marco de la final de la UEFA Champions League. Con arbitraje del italiano Daniele Orsato, Los Bávaros y Les Parisiens definen al nuevo campeón de Europa, que se consagrará en un formato especial de partidos únicos en territorio neutral como consecuencia de la pandemia de coronavirus.
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