El París Saint-Germain (PSG) jugará este domingo el partido más importante de su historia al enfrentarse al Bayern Múnich en Lisboa por la final de la Champions Legaue, certamen que aún no ha podido ganar pese a haber invertido cientos de millones de dólares durante años para armar un equipo capaz de alzarse con el trofeo. Pese a que hoy en día el conjunto francés es una potencia, hay que recordar que, en apenas 50 años de historia, ha atravesado una montaña rusa de situaciones que lo llevaron al borde de la quiebra en un momento, pero que hoy en día lo tiene en la cúspide.
Cómo es que una institución tan joven logró recuperarse de varias crisis y ahora está a un paso de saldar la única deuda que le queda.
ANTES DE QATAR:
El primero que aportó dinero fue el empresario Daniel Hechter, quien en 1973 tuvo la idea de vender suscripciones “de por vida” a cambio de 10.000 francos. Además, fue quien diseñó la camiseta del equipo, con una franja roja vertical en el centro que hasta el día de hoy sigue utilizándose. Pero cinco años más tarde, quien se había convertido en presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) tuvo que dejar su cargo al frente del club al descubrirse que duplicaba las cifras de venta de entradas para alterar la contabilidad del PSG.
Quien entonces asumió el cargo de presidente fue Francis Borelli. Durante su mandato, el elenco parisino comenzó a ganar títulos y en 13 años sumó su primera Ligue 1, pero la administración fue desastrosa y para la década del 90 adeudaba cerca de 50 millones de francos.
Por ese motivo, Canal+ salió al rescate del PSG, no sólo comprándolo sino además desviando gran parte de los ingresos televisivos hacia sus arcas, hecho que lo convirtió rápidamente en uno de los clubes más ricos de Europa. Para 1997 la compañía se había convertido en el principal accionista y menos de 10 años después en el único que aportaba dinero.
Pero nuevamente las malas administraciones dejaron las cuentas en rojo y a la institución parisina prácticamente en agonía debido a un déficit mensual mayor a los 30 millones de dólares, lo que derivó en la venta del PSG. Los que desembarcaron en el club fueron, principalmente, el fondo de inversión Colony Capital y la entidad financiera Morgan Stanley. Para entonces el equipo merodeaba en la mitad de la tabla y los fans habían perdido interés, por lo que uno de los objetivos era apostar por renovar el estadio, Parque de los Príncipes, e incluir allí restaurantes y comercios que atraigan a los seguidores.
Para 2009, Colony Capital se había convertido en el dueño del 95% de las acciones del PSG y anunció que, ya saneado económicamente, el objetivo era crecer futbolísticamente y convertir al cuadro en un gigante de Europa. Así fue que en 2011 y con ese objetivo, Qatar Investment Authority compró el 70% de las acciones.
DESPUÉS DE QATAR:
El grupo que se nutre del petróleo asiático se apoderó del PSG rápidamente y colocó a Nasser Al-Khelaifi al frente de la entidad. En este “nuevo testamento”, el dinero fue destinado a la incorporación de refuerzos y así fueron adquiridos Ezequiel Lavezzi, Javier Pastore, Zlatan Ibrahimovic, David Luiz, Edinson Cavani, Neymar, Kylian Mbappé, Gianluigi Buffon y Dani Alves, entre otras estrellas. Junto con ellos llegaron también los trofeos: siete Ligue 1, cinco Copas de Francia, seis Copas de La Liga y siete Supercopas de Francia.
En total fueron cerca de 1.300 millones de euros (casi USD 1.550 millones) los invertidos para que el PSG se convirtiera en potencia y se mareara por dar tantas vueltas olímpicas en su país. Sin embargo, esto lo ha puesto en el ojo de una larga investigación realizada por la UEFA. A través de ella, el organismo que rige el fútbol europeo intentó sin éxito descubrir si el club francés incumplió con el Fair Play financiero haciendo figurar en sus balances inyecciones de dinero qatarí como aportes de sponsors. De ser descubierta esta trampa, el equipo podría haber sido descalificado de las máximas competiciones continentales, enfrentar graves castigos económicos y ser prohibido de incorporar jugadores durante una determinada cantidad de temporadas. Pero finalmente, esto no ocurrió.
Más allá de esta corriente de dólares que ha desembocado en la cuenta bancaria del cuadro francés, éste aún no ha logrado obtener su campeonato más deseado: la Champions League. Luego de varias frustraciones, como las tres eliminaciones consecutivas en octavos de final, ante Manchester United 2019, Real Madrid 2018 y Barcelona 2017, ésta parece ser su gran oportunidad.
Por primera vez, el conjunto parisino disputará la gran final del certamen, luego de haber superado al RB Leipzig en semifinales por 3 a 0. A la cita ante el Bayern Múnich de este domingo llega con Kilyan Mbappé recuperado de su lesión, Neymar sin molestias musculares y Ángel Di Maria en un nivel superlativo.
Resta saber si el PSG logrará la consagración en Lisboa y saldará la deuda de los millones, o si mañana sufrirá una nueva frustración.