Desde que Pep Guardiola ha pegado el portazo en el FC Barcelona, el club catalán no ha encontrado al estratega capaz de sostener el estilo de juego que Johan Cruyff instaló en el ADN de la entidad. Lo impulsó Tito Vilanova, pero tambaleó con el Tata Martino, sufrió modificaciones y recuperó solidez con Luis Enrique, hasta que terminó de diluirse bajo la tutela de Ernesto Valverde y Quique Setién. Los dos últimos dos ciclos terminaron de exponer una crisis que viene desde los despachos pero que ha afectado gravemente el rendimiento en el campo de juego, al punto de que el puesto del DT volvió a estar vacante y las principales figuras del equipo tiene un futuro incierto.
En las oficinas del Camp Nou decidieron que el hombre que puede rescatar al Barça de la tormenta es justamente un entrenador del seno cruyffista, quien también ha vestido la camiseta azulgrana como jugador: Ronald Koeman.
“Si nada se tuerce, en los próximos días anunciaremos a Ronald Koeman como nuevo entrenador del FC Barcelona. Apostamos por él por su experiencia, estuvo en el Dream Team, cree en nuestra filosofía”, explicó el presidente Josep Bartomeu en una entrevista que brindó por intermedio del canal oficial con el objetivo de aclarar las diversas polémicas que rodean al club en las últimas semanas.
Como futbolista tuvo una destacada carrera en el puesto de líbero y vistió las camisetas de los tres grandes clubes de su país: Ajax, PSV Eindhoven y Feyenoord, pero fue en el FC Barcelona donde concretó su consagración al formar parte del famoso Dream Team que se consagró campeón de Europa gracias a un gol suyo en 1992. Su carrera como jugador también incluye una Eurocopa con la selección holandesa bajo el ala de Rinus Michels y trofeos locales en España y Países Bajos. Fue en Ajax y en el Barça donde Koeman jugó bajo los conceptos de Cruyff y se empapó de esa filosofía que ahora aplica como entrenador.
“Quien marcó mi filosofía futbolística ha sido Johan Cruyff. Estuve a sus órdenes un año en Ajax y seis en Barcelona. Siempre admiré a Johan por su pensamiento, por su juego atractivo. También tomé cosas de Rinus Michels y Guus Hiddink, pero al final tienes que ser tú mismo, eso es lo más importante. De cada uno hay que sacar lo positivo y quitar lo negativo”, dijo en abril de este año en diálogo con Radio Catalunya.
Su carrera en los banquillos comenzó a fines de los ’90 como ayudante de Hiddink en la selección holandesa que disputó el Mundial 1998 y luego como auxiliar de Louis van Gaal en la entidad culé, hasta que en noviembre de 1999 fue contratado por el Vitesse Arnhem para tener su primera experiencia como técnico principal y de allí dio el salto al Ajax, donde ganó cuatro títulos domésticos -dos Eredivisie– antes de emigrar a Portugal. Luego también sería DT del PSV y Feyenoord, siendo el único capaz de jugar y entrenar a los tres grandes equipos del fútbol holandés.
En su paso por el Benfica solo tuvo que conformarse con ganar la Supercopa de Portugal pero sorprendió al llegar a los cuartos de final de la Champions League 2005/06. En el extranjero también estuvo en el Valencia CF, donde ganó la Copa del Rey 2007/08, y en el Southampton y Everton de la Premier League inglesa, donde no peleó por trofeos pero destacó por sus matices tácticos.
Cuando Holanda se quedó sin participar de la Eurocopa 2016 y del Mundial de Rusia 2018, la Federación pensó en Koeman para recuperar aquel estilo característico que Van Gaal había roto al introducir un 5-3-2 que poco tenía que ver con el histórico 4-3-3 que caracterizó a la Naranja Mecánica. Un modelo que no pudieron recuperar Hiddink, Advocaat o Danny Blind. Era una situación similar a la que vive actualmente el Barça, con sus principales figuras sufriendo el paso de los años y la nueva generación careciendo de lugar. Jugadores como Robben, Sneijder, Van Persie, Van der Vaart, Kuyt y Huntelaar, estaban en decadencia y eclipsaban a jóvenes talentos como Matthijs de Ligt, Frenkie de Jong, Nathan Aké o Donny van de Beek, entre otros.
Tras hacer el recambio generacional, Ronald Koeman cambio los planteos tácticos reactivos y edificó estrategias más proactivas. Su Holanda empezó a asumir la responsabilidades con los recursos que lo pusieron en el mapa futbolístico. Reapareció el juego de posición. Las triangulaciones, el progreso en bloque con el balón, la presión alta y recuperación rápida del balón.
En el Camp Nou esperan que se produzca ese mismo cambio en un equipo al que se le ha roto la brújula y que tiene un evidente problema con sus referentes. “Koeman no se casa con nadie y en un vestuario complicado está capacitado para hacer una revolución”, opinó Charly Rexach en El Larguero.
Incluso el propio Koeman dio indicios sobre cómo gestionaría al rol de los caudillos cuando habló con Radio Catalunya: “Si tengo un jugador de 30 años y otro de 22 con el mismo rendimiento, pongo al de 22. Suárez, Messi, Busquets y Piqué tienen más de 30 años. Jugarán unos años más, pero después qué... Hay que cambiar.”
El Barça ha dejado atrás una temporada para el olvido, donde Setién experimentó una involución con respecto al ciclo de Valverde. No cerraba una temporada sin títulos en sus vitrinas desde hace 12 años y para colmó el último partido de este curso fue la derrota histórica ante Bayern (2-8). En aquellos años el club prescindió de Rijkaard y su reemplazo fue Guardiola, quien hizo una limpieza en la plantilla y recuperó las bases del fútbol total. Lo mismo que le piden a Ronald Koeman.
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