La humillante derrota a manos del Bayern Múnich por 8-2 en los cuartos de final de la Champions League no solo provocó una reestructuración en el plantel, con la reciente salida de Quique Setién como primera determinación, sino también causó la ira de los fanáticos que no soportaron ver como su equipo era totalmente vapuleado por el conjunto alemán.
Una vez en llegados a Barcelona, una decena de fanáticos azulgrana se aproximaron a las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí para expresar su furia contra algunos jugadores y directivos culés.
Mientras que la mayoría de los futbolistas salieron por otra puerta, fueron varios los miembros de la directiva los que lo hicieron por el acceso principal, encontrándose con un grupo de fanáticos que no dudaron en expresar su malestar: “¡Den la cara!”, fue uno de los pedidos que más resonó junto a “Al carrer”, cuyo significado en catalán es “A la calle”.
“¡Vayan a trabajar, eso es lo que tienen que hacer, trabajar!”, recriminó un aficionado a la salida de otro vehículo del centro deportivo. Éste último directivo, que quedó parado por el tráfico, fue el blanco de las mayores protestas.
“¡Den la cara!”, “Han dejado al club patas para arriba”, “Nos dejamos el dinero en el club, que salgan todos por aquí”, se escuchaba decir a un socio activo frente a la ventana del auto. Finalmente una sirena sonó desde un móvil policial que se encontraba de la mano de en frente cuando un segundo y tercer hombre se acercaban para seguir protestando.
“Ocho nos meten, como como si fuéramos el Espanyol”, remarcó otro fanático haciendo referencia al clásico rival del FC Barcelona, que recientemente cayó descendido a la segunda división del fútbol local.
Sin embargo, la furia de los fanáticos se apagó cuando salió una camioneta roja. Los insultos se transformaron en aplausos para despedir del centro deportivo de Barcelona a “Monchu”, una de las jóvenes promesas del conjunto catalán que estuvo presente en el banco azulgrana sufriendo la caída de su equipo en Lisboa.
Según informaron desde España, los jugadores fueron recibidos con tres pancartas acusándolos de mercenarios. Al parecer, el responsable de seguridad de la institución, Rafa Soldado, le aconsejó a los futbolistas que no salieran por el acceso principal para evitar cualquier tipo de disturbios.
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