Luego de la sufrida y angustiante clasificación del PSG frente al Atalanta, los cuartos de final de la Champions League continuaron con el espectáculo que protagonizaron en el estadio José Alvalade el Atlético Madrid y el Leipzig.
Durante los primeros movimientos, el conjunto alemán intentó imponer su autoridad para llevar el pleito a la zona española. Una clara ocasión de Marcel Halstenberg que se fue por arriba del travesaño fue la advertencia inicial que cayó sobre el área de Jan Oblak. La presión constante en su ofensiva fue el principal recurso para ahogar al Colchonero.
Las respuestas del equipo de Diego Simeone se basó en las pelotas paradas ejecutadas por Renan Lodi. La precisión del brasileño encontró en más de una ocasión la cabeza de Diego Costa, pero la solvencia de Péter Gulácsi mantuvo la paridad. Además, las proyecciones por izquierda de Yannick Carrasco también inquietaron al arquero húngaro, quien desactivó cada ataque a puro reflejos.
Como el choque fue tan parejo el entretiempo llegó con el marcador en blanco. Dayot Chantelle Upamecano tuvo la última oportunidad de quebrar la resistencia ibérica a través de la vía aérea, pero su testazo se diluyó en los guantes del esloveno. Había que esperar al complemento para que lleguen las emociones.
Toda la disposición defensiva que presentó el Atlético Madrid durante la primera etapa se desvaneció cuando el Leipzig logró conformar una hermosa articulación en el ataque que se inició desde su última línea. La visión del central francés, la precisión de Poulsen, la movilidad de Laimer, la habilitación de Sabitzer y la resolución de Dani Olmo fueron algunos ingredientes que conformaron el golazo del conjunto alemán. El que más propuso, se llevó su premio en la reanudación del duelo.
Obligado por el resultado, el Cholo Simeone buscó revertir la historia con el ingreso de Joao Félix y el portugués le cambió la cara al Colchonero. A pura velocidad y gambeta, con una habilidad destacada, el reemplazante de Herrera se las ingenió para lastimar a la defensa alemana hasta que fue derribado dentro del área. El penal sancionado por Szymon Marciniak fue ejecutado por la figura con pasado en el Benfica, y el 1 a 1 llenó de incertidumbre al desenlace del pleito.
Como sucedió con la clasificación del PSG, el equipo de Julian Nagelsmann encontró su boleto a la siguiente instancia con el tiro del final. Cuando el cronómetro marcaba el minuto 87, Tyler Adams festejó el 2 a 1 después de un desvío defensivo que descolocó a Oblak. Los desesperados pelotazos que cayeron en el área de Gulácsi completaron un cierre cargado de emoción, pero el que seguirá con el sueño de hacer historia es el Leipzig. Y su próxima escala será ante la potencia económica parisina.
Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia)
Estadio: José Alvalade (Portugal)
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