Ángel Di María sufrió como nunca el encuentro del PSG ante Atalanta por los cuartos de final de la Champions League. Sin embargo, tuvo la explosión de felicidad al final con el triunfo del equipo parisino sobre la hora para avanzar a las semifinales del Súper 8.
El Fideo no pudo jugar el encuentro ante los italianos en Lisboa debido a que se encontraba suspendido por haber llegado al límite de amarillas frente al Borussia Dortmund por los octavos. Fue en un confuso episodio porque estando amonestado y habiendo sido reemplazado en el encuentro ante los alemanes, un tumulto generado por una dura infracción de Sancho a Neymar terminó con un cruce entre los jugadores cerca de los bancos y el árbitro decidió, además de expulsar a Emre Can, mostrarle la amarilla al volante argentino. Fue así como, junto a los otros futbolistas que no fueron convocados más particulares, Di María presenció con mucho sufrimiento el encuentro desde una de las tribunas del Estádio Da Luz.
Atalanta lo tenía controlado al partido gracias al tanto de Mario Pasalic a los 26 minutos del primer tiempo y pese a los intentos el PSG no podía descontar. Recién lo logró con el tiempo cumplido por intermedio de Marquinhos. Y cuando todo hacía indicar que se iban al alargue, apareció Eric Maxim Choupo-Moting para anotar el tanto del triunfo en el tercer minuto de adición.
El gol del delantero germano-camerunés desató una verdadera locura entre los jugadores, cuerpo técnico y los pocos particulares del PSG que se encontraban en un estadio que lució sin público como consecuencia de la pandemia de coronavirus. Fue en ese instante en el que la transmisión captó el desaforado festejo de Ángel Di María. A puro insulto primero y luego con una corrida por las tribunas junto a su compañero Marco Verratti, quien también se perdió el encuentro por lesión, el Fideo explotó de felicidad. Se arrancó el tapabocas y corrió y corrió para abrazarse con sus compañeros en pleno campo de juego.
Fue tal la alegría del PSG que hasta su propia cuenta oficial en Twitter publicó: “CHOUPFKDJSLKJFSKDJFKLDSJLÑ”. Por supuesto, hace referencia al gol del triunfo 2-1 de Eric Maxim Choupo-Moting.
PSG llegó a semifinales de la Liga de Campeones tras 25 años, cuando lo eliminó el Milan de Fabio Capello. El conjunto francés enfrentará el próximo martes al vencedor de la serie que protagonizarán este jueves el Atlético de Madrid de Diego Simeone y el Leipzig de Alemania.
Para llegar hasta aquí, en la fase eliminatoria París Saint-Germain se adueñó del grupo A, que compartió con Real Madrid, con cinco triunfos y un empate, con 17 goles a favor y apenas dos en contra. En octavos de final perdió en Alemania ante Borussia Dortmund por 2 a 1, pero dio vuelta la serie de la mano de un brillante Neymar, con un triunfo por 2 a 0 en un ya deshabitado -por la citada pandemia- Parque de los Príncipes, de París
PSG es el campeón de la triple corona francesa (liga 1, Copa de Francia y Copa de la Liga) y basó sus avances en la categoría del astro brasileño Neymar, que tuvo un cara a cara a los dos minutos de juego pero definió afuera, y después fue el partícipe necesario en cada intento de ataque.
El equipo italiano mostró sus buenas credenciales colectivas ofensivas, esas que lo trajeron hasta esta instancia y a pelear el “Scudetto”, aunque también volvió a exhibir sus flaquezas defensivas con una linea de tres endeble. No obstante Pasalic encontró una pelota en la derecha y tras enganchar definió de zurda, arriba, lejos del alcance del arquero costarricense Keylor Navas.
En la segunda mitad PSG insistió con Neymar, y con el ingreso del joven francés Kylian Mbappé -apenas recuperado de una lesión en el tobillo derecho que sufrió el pasado 24 de julio en la final de la Copa de Francia ante Saint-Etienne- y de Leandro Paredes, con lo que tuvo más poder ofensivo. Atalanta buscó la pelota parada o el contraataque, y además el ingreso de José Luis Palomino fue precisamente para anular cualquier intento de Mbappé. El equipo italiano resistió como pudo en el final, pero sobre la hora Marquinhos encontró un pase algo defectuoso de Neymar y empató, hasta que en el descuento el ingresado Choupo-Moting dio vuelta la historia.
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