No es la primera vez que el nombre de Éver Banega se asocia al escándalo relacionado a una conducta inconsciente por la ausencia de medidas preventivas en medio de la pandemia de coronavirus.
Con los antecedentes que lo involucran a fiestas privadas y reuniones con amigos durante la cuarentena, en las últimas horas el ex volante de Newell’s y Boca apareció en una discoteca de Valencia bailando sin respetar ninguna norma sanitaria. Sin distanciamiento social, ni uso de tapabocas, el rosarino participó de un encuentro con colegas y las imágenes fueron publicadas por su esposa Valeria Juan a través de su cuenta de Instagram.
Mientras que en España se toman medidas restrictivas para evitar una nueva ola de contagios, en las que obligan a los comercios nocturnos a cerrar a las 23:59, el mediocampista del Sevilla visitó el boliche Mya, en el que recientemente se detectaron 12 casos de coronavirus en sus empleados.
De la fiesta participó también el argentino Federico Cartabia, quien participó en diversos torneos con las selecciones juveniles y actualmente se encuentra en el Deportivo La Coruña, recientemente descendido a la tercera división del fútbol ibérico.
Semanas atrás, Banega también había estado en el centro de la polémica cuando organizó una barbacoa en su casa de Andalucía, donde compartió un encuentro junto al Mudo Vázquez, Lucas Ocampos, Luuk de Jong y sus respectivas parejas.
En aquella oportunidad, las fotos también fueron compartidas por la esposa del volante de 31 años en las redes sociales, aunque luego las haya borrado. Al poco tiempo, los cuatro jugadores se vieron obligados a pedir disculpas al asegurar que no habían sido conscientes de la gravedad de la situación. “Quiero pedir disculpas y reconocer que nos hemos equivocado, perjudicando la imagen del club. Por ello sólo nos queda pedir perdón al club, a los compañeros, al cuerpo técnico y a la sociedad en general. Les garantizamos que hemos aprendido y que no volverán a repetirse acciones como ésta”, había dicho Ocampos.
Sin embargo, Éver Banega volvió a estar en el centro de la polémica mientras aprovechaba la licencia que habían recibido los futbolistas del Sevilla antes de retomar los entrenamientos en vísperas de los octavos de final de la Europa League.
El combinado andaluz, que concluyó el campeonato doméstico en la cuarta posición y se garantizó una plaza para la próxima edición de la Champions League, deberá afrontar su próximo compromiso el 5 de agosto frente a la Roma de Italia.
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