Mientras el resto de sus principales competidores tuvieron la chance de finalizar sus respectivas ligas y así sumar varios partidos oficiales antes, en el París Saint-Germain buscan ganar ritmo con algunos amistosos de cara a lo que será el retorno de la Champions League. Fue así que el elenco capitalino se midió ante el Celtic y se despachó con una contundente goleada.
Pese a que la mayoría de los países de Europa ya dejaron atrás la peor parte de la pandemia, en Francia, la Federación de Fútbol tomó la decisión de no retomar la temporada de la Ligue 1 y decretar por finalizada el torneo doméstico. Por esta razón, el equipo comandado por Thomas Tuchel fue declarado como campeón del certamen a falta de diez fechas. Este hecho le permitió sumar su tercer título consecutivo pero con la desventaja de quedar sin cotejos por delante que le permitan llegar a la competencia continental con la continuidad necesaria.
Este martes, en lo que fue su segunda exhibición en el Parque de los Príncipes con la presencia de público, los rojiazules se impusieron 4-0 ante el club escocés y demostraron toda su jerarquía. El local sacó diferencias desde el primer minuto, cuando Kylian Mbappe recibió una habilitación por parte de Neymar y definió con categoría para poner la pelota contra un palo y así poner el 1-0.
A los 25 minutos, nuevamente el PSG consiguió doblegar el arco de su adversario gracias a una buena jugada colectiva por la banda derecha que culminó en un remate de Ney que, tras un desvió, terminó en el fondo de la red.
Durante el primer tiempo, el brasileño se mostró muy activo, siendo el generador de los ataques del dueño de casa y hasta tirando algunos lujos a los que ya está acostumbrado. El atacante de 28 años tomó el balón sobre el costado izquierdo, a la altura de la mitad de la cancha, y tras sacarse de encima una marca tiró un pase sin mirar para habilitar a un compañero. El detalle estuvo que mientras ejecutaba la acción perfiló su cara para el lado del DT del Celtic, con quien había discutido minutos antes.
Otro de los que demostró todo su talento fue el argentino Leandro Paredes, quien improvisó un lindo sombrero ante la presión de un rival para salir airoso de la jugada y devolvérsela a un compañero. Claro que la acción no terminó de la mejor manera ya que el París perdió la pelota y el volante cometió una fuerte infracción sobre un contrario al propinarle una patada.
Ya en el complemento, el entrenador alemán cambió a casi todo el equipo para que el resto del plantel pueda sumar minutos y los suplentes no decepcionaron. Primero, fue Ander Herrera el que se encontró con un pelota boyando dentro del área, después de un centro de Layvin Kurzawa,y con un potente disparo de derecha marcó el 3-0.
Ya sobre el final, el español Pablo Saravia -que ingresó por Mauro Icardi- tomó de voleo una gran asistencia de Marco Verratti y selló el 4-0 a favor de su equipo.
El próximo 24 de julio, el PSG tendrá su primer cotejo de carácter oficial cuando se mida ante el Saint-Etiene por la final de la Copa de Francia. Una semana después, hará lo propio ante el Olympique de Lyon también por un título en juego, cuando lo enfrente por la final de la Copa de la Liga.
Una vez consumadas las dos definiciones, el elenco parisino viajará a Lisboa para disputar los cuartos de final de la Champions ante el Atalanta, el 12 de agosto.
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