Pese al fastidio acumulado por haber perdido la Liga de España ante Real Madrid y a su mala relación con el cuerpo técnico del Barcelona, Lionel Messi continúa demostrando que su título como el mejor jugador del mundo sigue vigente y sacó a relucir todo su talento en el último duelo de la temporada local ante el Alavés. La Pulga se despachó con dos goles y una asistencia para ser la figura excluyente de la goleada 5-0 de este domingo en el Estadio de Mendizorroza.
Como lo viene haciendo en los últimos años, el capitán del Culé y de la Selección argentina demostró que ya no solo es un goleador letal sino que se transformó en un jugador total, retrasándose unos metros en el campo e iniciando él los ataques del equipo o creciendo en el número de pases gol otorgados hacia sus compañeros.
A los 15 minutos de juego, el zurdo, de 33 años, contó con su primera gran intervención en el partido cuando recibió un pase de Ansu Fati en la puerta del área y, tras sacarse una marca de encima, estrelló un fuerte remate contra el palo derecho del arquero Roberto Jiménez. Apenas un momento después, Leo tuvo un tiro libre muy favorable, pero su envío por arriba de la barrera se le fue muy alto por encima del travesaño.
Sin embargo, la magia del argentino no tardaría en llegar. A los 23 minutos, agarró la pelota sobre el costado derecho, ingresó al área y la levantó para que por el medio apareciera Ansu Fati y la mandara al fondo de la red. De esta manera, la Pulga sumó su 21ª asistencia para cerrar como el mejor en ese rubro en el torneo y la 25ª en lo que va de la temporada, muy cerca de su mejor marca (29 que dio en la temporada 2011/12).
Poco después de la media hora de juego, Messi volvió a aparecer pero esta vez para ser él quien gritara la conquista y levantara los dedos índices hacia el cielo para dedicar su perla a su abuela Celia. El ’10′ recibió un pase dentro del área por parte de Riqui Puig y ya frente al portero se tomó todo el tiempo para definir de manera precisa y estampar el 2-0 en el resultado.
Sobre el final del primer tiempo, Leo siguió manejando los hilos en los ataques del equipo blaugrana y volvió a generar una clara chance de gol desde su pie izquierdo. El rosarino recibió sobre la banda derecha, alzó la cabeza y le puso un pase milimétrico a la cabeza del chileno Arturo Vidal que no le pudo dar buena dirección y erró lo que podría haber sido el tercer gol del Barça.
Ya en el complemento, la superioridad del elenco catalán era contundente. Luis Suárez y Nelson Semedo habían estirado la ventaja en el marcador y todo indicaba que el duelo ya estaba liquidado para el equipo visitante. Sin embargo, Messi volvió a aparecer para sumar un tanto más. A los 75 minutos, la Pulga recibió un pase de Jordi Alba cerca del punto del penal y definió de primera para alcanzar la barrera de los 25 goles en este torneo. Con esta marca, se consagró una vez más como Pichichi del certamen.
El astro argentino alcanzó una marca impactante: es el único jugador en consagrarse como el goleador de la Liga de España en siete oportunidades, pasando el récord actual que comparte con Telmo Zarra.
Fue así que, pese al trago amargo de no poder volver a sumar un título, Messi demostró que su nivel sigue siendo el mismo aunque los resultados colectivos no se consigan. Esta actuación del seis veces ganador del Balón de Oro mantiene viva la ilusión del pública catalán de cara a lo que será la reanudación de la Champions League. El Barça debe recibir al Napoli (entre el 8 y 9 de agosto) para completar la llave de los octavos de final y así seguir con el objetivo de poder quedarse con la Orejona, trofeo que no levanta desde 2015.
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