El tercer título de Liga Española con el Real Madrid no podía llegar de otra manera para Karim Benzema: con dos goles suyos en el triunfo por 2-1 ante el Villarreal, para llegar a los 21 en el certamen y quedar a sólo dos del máximo anotador del torneo, Lionel Messi, cuando queda una fecha para la despedida, lo que marca el grado de consolidación del atacante francés, discutido por los hinchas blancos durante un tiempo y que hasta pensó en dejarlo todo en el peor momento, cuando tuvo al portugués José Mourinho como entrenador.
Benzema, un gran goleador desde que debutó muy joven en el Olympique de Lyon, tuvo que jugar en las sombras y dedicarse más a ayudar a que el portugués Cristiano Ronaldo, la gran estrella de la historia moderna del Real Madrid, pudiera definir los partidos. Fue recién hace dos temporadas, cuando CR7 se marchó a la Juventus, que la afición y el mundo del fútbol lo redescubrió como lo que es, un jugador total, capaz de generar las jugadas, muchas veces de forma sutil, para también tener la capacidad de definirlas con múltiples variantes.
Nacido el 12 de diciembre de 1987 en la localidad de Bron, en la zona de Ródano-Los Alpes, Benzema es de origen argelino. Su abuelo llegó de ese país africano, donde había fundado una colonia (Tighzert), en los años cincuenta y se estableció en los suburbios de Lyon, donde Karim creció en el contexto de una familia numerosa, con ocho hermanos, y musulmán practicante.
Comenzó jugando en el Bron Terraillon SC, un equipo de su zona, y allí lo descubrieron pronto los ojeadores del Olympique de Lyon y se lo llevaron a las divisiones inferiores a los nueve años. Ya a los 16, después de explotar con muchos goles, el DT Paul le Guen lo citó entre los profesionales y el día que lo presentaron, les dijo a los más veteranos, que lo veían con sorna, “no se rían, vengo para quitarles el puesto”.
Su debut en Primera se produjo ante el Metz con 17 años recién cumplidos, el 15 de enero de 2005. El Lyon ganó 2-0 y él fue el asistidor de Bryan Bergougnoux en el segundo y eso le valió que a los pocos días le hicieran firmar el primer contrato profesional de su vida, y por tres años, pero aunque ya pintaba para estrella, no pudo encontrar la continuidad deseada y tuvo partidos esporádicos, apenas 34 en dos temporadas y pocos goles (6) hasta que por fin se produjo su explosión en 2007/08, aprovechando que se fueron del club nada menos que sus atacantes Florent Malouda, John Carew y Sylvain Wiltord. Era una época de dominio absoluto del Olympique de Lyon, que ganaría siete ligas consecutivas (Benzema se llevaría cuatro de ellas).
Con este éxodo, el DT Alain Perrin le dio la camiseta diez y logró asentarse como titular con 31 goles en 51 partidos y en esa temporada, lograron el doblete (Liga y Copa de Francia), por primera vez en la historia del club y él convirtió el mejor gol de esa temporada ante el Racing Club de Lens por el que comenzaron a llamarlo “Karim The Dream”. También llegaron a octavos de final de la Champions League, cuando fueron superados ajustadamente por el Manchester United, pero cuando terminó esa llave, el entrenador escocés de los ingleses, sir Alex Ferguson, comenzó a merodear a su entorno para tratar de convencerlo para que fichara por los Diablos Rojos. El presidente del Lyon, Jean Michel Aulas, se enteró y se produjo un conflicto entre las dos entidades.
Ya para la temporada 2008/09, las posibilidades del Lyon para retenerlo eran remotas. Se sabía que sería muy difícil aunque no fue un gran año para Benzema, que no sólo quedó segundo en la tabla de goleadores con 17 tantos, a siete del máximo anotador, André Pierre Grignac (Toulouse), sino que también perdió la liga esta vez a manos del Girondins de Burdeos. Se iba del Olympique de Lyon con una marca de 42 goles en 112 partidos en cinco temporadas. El Real Madrid, que se encontraba consolidando un cambio generacional, pagó por su pase 35 millones de euros más incentivos y firmó un contrato por seis temporadas. Iba a encontrarse allí en el ataque con delanteros como Cristiano Ronaldo y el argentino Gonzalo Higuaín, su rival por el puesto y con quien iría alternando la titularidad en tiempos del chileno Manuel Pellegrini como entrenador.
En la primera temporada marcó 8 goles en 27 partidos y dejó una grata impresión, pero todo cambió al comenzar un nuevo ciclo con la llegada del portugués José Mourinho en el banco, y con Florentino Pérez en la presidencia del club blanco. La exigencia era máxima y el DT se las tomó con el francés, que además se vería envuelto en un asunto de violación en su vida privada y su ánimo no era el mejor.
Cuando asumió como entrenador, Mourinho afirmó que venía a “recuperar” a Benzema, quien terminó esa temporada con 26 goles y el título de la Copa del Rey, pero no se sentía del todo a gusto. La presión era máxima porque eran tiempos de un absoluto dominio del Barcelona de Josep Guardiola: “Si fuera por ti, tendría que entrenar a las 12 porque a las 10 llegas dormido y a las 11 sigues durmiendo”, le gritaba el entrenador portugués, delante de todo el grupo. Su ex agente, Karim Djaziri, llegó a confesar que en ese tiempo, Benzema “quiso regresar al Lyon y yo lo animaba a seguir y persistir”.
Las cosas comenzaron a cambiar cuando Mourinho fue reemplazado por el italiano Carlo Ancelotti y se vivía en un ambiente más distendido. Benzema ya no tenía la competencia de Higuaín, que se había marchado al Nápoli, pero continuaba con el mismo problema de antes con los blancos: el no poder terminar de demostrar todo lo que era capaz, oculto detrás de la tremenda figura de Cristiano Ronaldo, el jugador más importante de la historia moderna del Real Madrid.
Pese a todo, Benzema consiguió enorme cantidad de títulos desde 2014, y en especial, desde que llegó como entrenador Zinedine Zidane, francés y de origen argelino, como él. Ganó cuatro Champions Leagues en cinco años, cuatro Mundiales de Clubes y hasta superó a su director técnico como el jugador francés con más partidos en la historia del club. Llegó a ser nominado siete veces para ganar el Balón de Oro como mejor jugador del mundo del año, y cuatro de ellas fue finalista, aunque siempre opacado por Cristiano Ronaldo y por Messi.
Su mejor momento, sin dudas, llegó cuando Cristiano Ronaldo dejó por fin el Real Madrid, para la temporada 2018/19 para marcharse a la Juventus. A partir de allí, y por la confianza de Zidane (sus dos familias emigraron a Francia desde la ocupación de este país a Argelia en 1962 y si los Benzema se ubicaron en Bron, en Lyon, los Zidane lo hicieron en otra zona musulmana de Marsella, en Le Castellane), Benzema, ahora liberado de tener que jugar para otros, apareció en toda su dimensión, ya no sólo como goleador sino como jugador de toda la cancha, aunque su mejor temporada, la más brillante, es la actual.
Con la selección francesa no tuvo la misma suerte que con sus equipos. Si bien ganó en juveniles el torneo europeo sub-17 en 2004 (la primera que consiguió Francia en su historia en la categoría) y como local, y en 2018, la UEFA Meridian Cup, nunca terminó de convencer en mayores. En 2006, lo convocaron para la selección de Argelia pero declinó la invitación. Sólo quería jugar para Francia.
En la selección absoluta debutó el 28 de marzo de 2007 ante Austria y llegó a jugar la Eurocopa 2008 pero el equipo fue eliminado en la fase de grupos y Raymond Doménech no lo tuvo en cuenta para el Mundial 2010, aunque ya luego, Laurent Blanc sí lo llamó para jugar la Eurocopa 2012, en la que Francia fue eliminada en cuartos de final por España, la campeona.
Sí jugó el Mundial 2014, aunque Francia cayó ante Alemania en cuartos de final, en el Maracaná, pero ya un año y medio después fue apartado definitivamente por haber estado involucrado en el llamado “Caso Valbuena” por el que se investiga aún si efectivamente extorsionaba a su compañero de equipo reclamándole una suma de dinero para no divulgar su participación en un aparente video sexual. Así fue que se perdió de estar en la selección “blue” campeona mundial en Rusia 2018.
Pero el mayor problema que atravesó en su carrera se produjo el 21 de abril de 2010, algo que lo tuvo perturbado por mucho tiempo, cuando fue acusado de tener relaciones sexuales con Zahira Dehar, prostituta francesa de origen marroquí, de 16 años, en 2008 y que implicó también a Frank Ribéry, Sydney Gouvou y Hatem Ben Arfa, todos de la selección de su país. Los cuatro fueron citados a declarar en la Brigada de Lucha contra el Proxenetismo de París hasta que Zahira admitió que les mintió en su edad.
Tiene una hija, Melia, de su primer matrimonio con Chloé Launey, y un hijo, Ibrahim, con su actual pareja, la modelo Cora Gauthier, que viaja habitualmente entre Madrir y Londres, y de quien se dice que lo ayudó a “sentar cabeza”.
Benzema marcó 329 goles en 679 partidos en clubes y 47 goles en 116 partidos con la selección francesa en todas las categorías y lleva ganadas, además de las tres ligas españolas y las 4 de Francia con el Lyon, una Copa de Francia, 3 ligas españolas, 3 Supercopas de España, 2 Copas del Rey, 4 Champions, 4 Mundiales de Clubes y 3 Supercopas de Europa con el Real Madrid.
Un notable palmarés para un gran delantero que supo esperar su gran oportunidad y no la desaprovechó.
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