A pesar de los avances en materia de derechos para la comunidad LGBTIQ+ alrededor del mundo, el fútbol masculino sigue siendo un ámbito en el cual la homosexualidad es un tema tabú. Al día de hoy, no hay jugadores en el máximo nivel que hayan declarado públicamente ser gays y eso se debe a los enormes prejuicios que aún persisten y a las potenciales consecuencias a las que deberían enfrentarse.
Este viernes, un futbolista que juega en la Premier League publicó una carta en diferentes medios de Inglaterra en la que no solo cuenta que es gay, sino que también habla de las razones por las que aún no ha habla públicamente del tema. El escrito no está firmado con nombre y apellido por el temor a las represalias que podría sufrir este deportista.
“Soy gay. Hasta escribirlo en esta carta es un gran paso para mí. Pero solo mi familia y un reducido grupo de amigos saben de mi sexualidad”, escribió el jugador en la nota dada a conocer por la Fundación Justin Fashanu, una organización que lucha por la inclusión y contra la homofobia en el fútbol. Esta entidad fue fundada en honor al primer futbolista del Reino Unido que habló públicamente de su homosexualidad y que se suicidó a los 37 años en 1998.
En la misma carta, el futbolista de la Premier League habla de la gran cantidad de dinero que gana como futbolista. Sin embargo, esto no logra llenar el gran vacío que siente por no poder tener una pareja estable y por tener que mantener oculto un secreto que lo afecta cada vez más.
“Desde que tenía 19 años sé que soy gay, ¿Cómo se siente vivir así? En el día a día puede ser una pesadilla absoluta y esta afectando mi salud mental cada vez más. Me siento atrapado y mi miedo es que revelar la verdad sobre lo que soy solo haga que las cosas sean peor”, señaló.
Tiempo atrás, desde la Asociación de Futbolistas Profesionales y desde la Asociación de Fútbol alentaron a los futbolistas gays a hablar de su orientación públicamente, y desde esas entidades les ofrecieron contención y asesoramiento. Sin embargo, para este futbolista ese no es el camino correcto. “Los que manejan el deporte deben educar a los fanáticos, los jugadores, los entrenadores, los agentes y los dueños de los clubes, básicamente a todos los involucrados en el juego”, recomendó en su carta.
Finalmente, lamentó que hasta el día de hoy “los futbolistas tienen mucho miedo de dar el paso mientras aún están jugando”. Es por eso que anticipó que se retirará joven para poder hablar en ese momento de quién realmente es. “Puede ser que tire a la basura varios años de una carrera lucrativa, pero no puedes ponerle un precio a la paz mental y yo no quiero vivir así para siempre”, concluyó.
La carta completa, publicada en el diario The Sun:
“Desde chico siempre quise ser futbolista. No me interesaba que me fuera bien en la escuela. En lugar de hacer la tarea, cada minuto libre lo pasaba con una pelota. Al final, eso dio sus frutos. Aún hoy me tengo que pellizcar cuando salgo al campo de juego a jugar cada semana frente a decenas de miles de personas.
Sin embargo, hay algo que me separa del resto de los jugadores de la Premier League. Soy gay. Hasta escribirlo en esta carta es un gran paso para mí. Pero solo mi familia y un reducido grupo de amigos saben de mi sexualidad. No me siento listo para compartirlo con mi equipo o con mi entrenador. Es algo difícil. Paso mucho tiempo de mi vida con estas personas y cuando salimos a la cancha somos un equipo. Aún así, algo dentro mío hace que se me haga imposible abrirme con ellos respecto de cómo me siento. Espero que algún día pronto pueda hacerlo.
Desde que tenía 19 años sé que soy gay, ¿Cómo se siente vivir así? En el día a día puede ser una pesadilla absoluta y está afectando mi salud mental cada vez más. Me siento atrapado y mi miedo es que revelar la verdad sobre lo que soy solo haga que las cosas sean peor. Entonces, aunque mi corazón frecuentemente me dice que necesito hacerlo, mi cabeza siempre me dice lo mismo: ‘¿Por qué arriesgarlo todo?
Soy afortunado de ganar un buen sueldo, tengo un lindo auto, un guardarropas lleno de ropas de diseñador y puedo comprar todo lo que quiera para mi familia y para mis amigos. Pero lo que extraño en la compañía. Estoy en una edad en la que me encantaría tener una relación, pero por el trabajo que tengo, la confianza en tener una relación a largo plazo debe ser extremadamente alta. Es por eso que, por el momento, evito las relaciones del todo. Realmente deseo conocer pronto a alguien en que pueda confiar.
La verdad es que creo que el fútbol no está listo para que un jugador salga del clóset. El deporte tendría que hacer cambios radicales para que yo pueda sentirme habilitado a dar ese paso. La Asociación de Futbolistas Profesionales dijo que está lista para ayudar a aquellos jugadores que salgan del clóset y han dicho que ofrecerán consejerías y apoyo a quien lo necesite. Este no es el punto: si yo necesitara una consejería me sacaría un turno para una cuando quiera. Lo que tienen que hacer los que manejan el deporte es educar a los fanáticos, los jugadores, los entrenadores, los agentes y los dueños de los clubes, básicamente a todos los involucrados en el juego. Si yo decidiera dar ese paso me gustaría saber que voy a contar con apoyo en cada paso de mi camino. Hoy no siento que vaya a ser así.
Desearía no tener que vivir mi vida de esta manera, pero la realidad es que aún hay muchos prejuicios en el fútbol. En numerosas ocasiones he oído cánticos y comentarios homofóbicos de parte de los fanáticos, que no están dirigidos a nadie en particular. Extrañamente, esto no me molesta durante los partidos porque estoy muy concentrado en jugar. Recién cuando me subo al avión o cuando hablo con el entrenador que me doy cuenta.
De permanecer las cosas así, mi plan es seguir jugando mientras así lo sienta y salir del clóset cuando me retire. Fue muy bueno ver el mes pasado a Thomas Beattie levantar su mano y admitir ser gay, pero el hecho de que haya tenido que esperar hasta retirarse te dice todo lo que hay que saber. Los futbolistas aún están muy asustados de dar el paso mientras están jugando.
El último año he recibido apoyo de la Fundación Justin Fashanu para poder lidiar con la carga que esto está generando en mi salud mental. Es difícil poner en palabras cuánto me ha ayudado la Fundación. Me ha hecho sentir respaldado y comprendido, también me dio confianza para ser más abierto y honesto conmigo mismo. Sin ese apoyo no sé dónde estaría ahora.
Sé que podría llegar el punto en el que se me vuelva imposible seguir viviendo una mentira. Mi plan es retirarme y luego salir del clóset. Tal vez tire a la basura varios años de una carrera lucrativa, pero no se le puede poner un precio a la paz mental. y yo no quiero vivir así para siempre”.
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