No hay dudas de lo que representa Lionel Messi alrededor del mundo. La Pulga acarrea un fanatismo tan grande que trasciende las fronteras del fútbol, convirtiéndolo en una presencia importante a nivel global. Tal es la magnitud de la figura del argentino que no es extraño que su presencia genere cierto nerviosismo al tenerla enfrente. Al punto de que parece poner en estado de inquietud hasta a las máquinas.
Fue así que en la previa del duelo entre el Barcelona y el Villarreal ocurrió una situación tan particular como graciosa. Cuando el bus del elenco blaugrana llegó al Estadio de la Cerámica, todo el plantel culé debió someterse a los chequeos de sanidad correspondientes dentro del protocolo de seguridad de la liga ante la pandemia de coronavirus. Y mientras el resto de los futbolistas avanzaba en sus filas, Leo tuvo problemas con el termómetro que le debía tomar la temperatura, por lo que se demoró un poco más que lo normal.
“Cuando sos un termómetro y te ponés muy nervioso para tomarle la temperatura a Messi”, escribió en su cuenta oficial de Instagram el Barça junto al video en el que se ve al capitán del elenco catalán en su lucha con la maquina. Las imágenes mostraron que el zurdo de 33 años debió someterse al control más de tres veces hasta que consiguió pasarlo y así ingresar a las instalaciones del Submarino Amarillo.
Tal inconveniente apenas fue un detalle en lo que fue la jornada del seis veces ganador del Balón de Oro, ya que una vez más fue una de las figuras de su equipo para conseguir una importante victoria en condición de visitante. Leo se despachó con dos precisas asistencias para los goles de Luis Suárez y Antoine Griezmann en el 4-1 con el que el campeón defensor del certamen español regresó a la victoria tras dos empates consecutivos. El astro también convirtió un gol que resultó anulado por el VAR, a raíz de un fuera de juego de Arturo Vidal en el inicio de la acción. E hizo temblar el travesaño con un tiro libre que mereció terminar al fondo de la red como premio a la excelencia en su ejecución.
Con estos tres puntos, el Barça cumplió con su obligación de ganar para que el Real Madrid no se aleje en la cima de la tabla de posiciones. Con el fin de la fecha 34 y con cuatro restantes, el Merengue se alza con 77 unidades, cuatro más que el Culé. Claro que si bien parece difícil que se le escape de las manos el título al equipo de Zinedine Zidane, aún no hay nada dicho. Menos si Messi mantiene este nivel, que hace temblar hasta a los termómetros.
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