Después del empate del FC Barcelona ante el Atlético de Madrid en el Camp Nou por 2-2, las sensaciones de cara al futuro no son buenas. A pesar de haber disputado un partido aceptable contra el Colchonero, el conjunto azulgrana empieza a ver cómo se le escapa la liga a manos del Real Madrid, que de vencer este jueves al Getafe se alejaría en soledad.
En ese contexto, las polémicas siguen saliendo a la luz en el equipo culé. Después del episodio que se vivió entre Lionel Messi y Eder Sarabia o del dardo de Luis Suárez al propio entrenador, esta vez se produjo un nuevo capítulo que tuvo a Antoine Griezmann como protagonista.
El delantero francés no formó parte del once inicial que salió al Camp Nou, y todo parecía indicar que no iba a contar con minutos en el encuentro, ya que durante el segundo tiempo, Quique Setién se había decantado por Ansu Fati. Sin embargo, a los 90 minutos, el galo ingresó al campo.
La decisión de darle solo el tiempo de descuento para que generara alguna ocasión fue muy cuestionada tanto por la prensa local como por el propio hermano del futbolista: “¿En serio? 2 minutos. Me dan ganas de llorar”, escribió en Twitter un mensaje que posteriormente borró.
Una de las preguntas que destacó en la amarga conferencia de prensa que dio el entrenador fue la de qué había sucedido con el delantero: “No pueden jugar todos, y hay que decidirse por algunos. Siempre piensas que en un momento determinado puede hacer algo”, aseguró Setién sobre esa sustitución a los 90 minutos.
“No lo he hecho antes porque estábamos jugando muy bien. Riqui (Puig) lo estaba haciendo bien, a Suárez siempre hay que tratar de tenerlo, a Messi, también, porque no sabes nunca lo que va a pasar. No es fácil encontrarle sitio sin desestabilizar el equipo”, agregó el español, dejando una palabra que encendió la polémica: “Desestabilizar”.
“Normalmente no hago cambios tan tarde si no es para perder tiempo. Confías en que un jugador como él tenga una acción puntual que te gane el partido”, afirmó el entrenador, quien finalmente reflexionó:“Hablaré con él, no le pediré disculpas, pero entiendo que pueda sentirse mal, y yo también por él, porque es un gran profesional y una gran persona”.
Dentro del entorno azulgrana hay preocupación por el rendimiento del francés, que en este 2020 tan solo lleva un gol en su historial. El presente del galo genera aun más dolores de cabeza si se tiene en cuenta que el jugador más caro de la historia del Barcelona fue suplente en 3 de los 6 partidos que se disputaron hasta el momento.
Del otro lado, Diego Simeone, que fue una especie de mentor para el francés, fue consultado por la decisión de su colega de hacerlo jugar solo cuatro minutos, sin embargo, prefirió no dar su opinión y solo se limitó a expresar un corto, conciso y enigmático: “Sin palabras”.
Finalmente, en un tono más liviano fue el propio director de relaciones institucionales Guillermo Amor el que intentó quitarle un poco de dramatismo a la situación: “La plantilla del Barcelona es amplia y muy fuerte, y el técnico ha creído oportuno que saliese en el último momento”.
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