Este fin de semana el Barcelona no pudo en su visita al Celta de Vigo y apenas se trajo un empate que lo bajó de la cima de la tabla de posiciones que ahora es liderada por el Real Madrid en soledad. El duelo dejó a las claras la mala relación que existe entre algunos integrantes del plantel y parte del cuerpo técnico de Quique Setién, quien asumió en marzo de este año y no ha podido cambiarle la cara al equipo.
Un cruce entre Lionel Messi, símbolo y capitán de la institución catalana, y Eder Sarabia, asistente del entrenador, fue captado por las cámaras de televisión el sábado y este lunes ha recorrido el mundo. Quién es este colaborador que ya ha tenido algunos episodios similares en el pasado incluso en otros clubes.
Sarabia tiene 39 años y desde 2015 que trabaja junto al actual director técnico del Barcelona, con quien ya estuvo en sus pasos por Las Palmas y el Betis. La relación entre ambos data desde hace años, ya que el entrenador jugó con el padre de Sarabia, Manu, en el Logroñés en la década del 80 y allí se hicieron grandes amigos.
El integrante del cuerpo técnico del conjunto catalán quiso ser futbolista, peor a los 24 años, tras varias lesiones, se dio por vencido y comenzó a prepararse para ser entrenador. Su primer trabajo lo consiguió en el Villarreal, al frente de algunas categorías de divisiones inferiores, y llegó a ser segundo de Nihat en el equipo filial. Luego, estuvo en una academia del Real Madrid en República Dominicana.
Su fuerte personalidad suele jugarle en contra. En el Betis se enfrentó con Jose Luis Gayá, quien le elevó el problema a Setién: “Se pasa todo el partido gritándome, diciéndome que deje de tirarme e intentando sacarme de mis casillas”, habría dicho según informó Marca.
Su primer conflicto en el Barcelona fue en marzo de este año, en la derrota por 2 a 0 en el clásico ante el Real Madrid disputado en el Santiago Bernabéu. Allí, el colaborador fue grabado por las cámaras de Movistar+ insultando al aire por errores de sus dirigidos. En ese entonces se publicaron las imágenes en donde se veía su fastidio por acciones encabezadas por Antoine Griezmann. También se viralizaron sus comentarios sobre Gerard Piqué y Ter Stegen, por jugar largo, y contra Arthur, por algunas equivocaciones puntuales.
A su vez, el canal español Gol reveló que la frase “¡No hace nada de lo que tiene que hacer. Me cago en Dios”, iba dirigida a Nelson Semedo. Algunos de sus palabras que peor cayeron en el vestuario fueron: “¡Una mierda, una mierda es eso, los putos pases largos de mierda!”, tras una decisión de Piqué, y “¡Va Arturo! ¡es imposible que se lleve un balón!”, sobre Vidal.
Tras que conflicto que fue portada de todos los periódicos deportivos, Setién reconoció que en el Barcelona los problemas se magnifican por la repercusión de un club tan grande y por la escuela que existe en la institución: “Estamos en el banquillo de un club al que representas y el comportamiento tendría que ser intachable. Es verdad que hay un momento aislado en el que te puede pasar cualquier cosa, te vuelves loco y te descerebras, pero esto hay que tratar de controlarlo”.
El ex director técnico del Betis reveló que tuvo una charla con su ayudante, tal y como habían informado los medios españoles, pero no quiso dar detalles del diálogo: “Claro que hemos hablado. Él también está preocupado. No nos da igual esta situación. Es un tema que debemos mejorar nosotros. Se está tratando de poner solución. Y él está trabajando para ello. Ya hemos pedido las disculpas que tenemos que pedir”.
Han pasado ya meses de aquel episodio, pero Sarabia vuelve a estar en el foco del conflicto y esta vez por haber sido insultado e ignorado por Lionel Messi durante el empate 2-2 del Barcelona frente al Celta de Vigo.
Se celebraba el complemento del encuentro cuando el juego se detuvo para que los futbolistas pudiesen hidratarse debido a las altas temperaturas. En ese instante, el ayudante del entrenador azulgrana Quique Setién se acercó al capitán para comunicarle algo. Sin embargo, el argentino giró de inmediato y se dirigió hacia el sector opuesto murmurando algo y con un claro gesto de fastidio.
Hasta el día de hoy no se había podido comprender qué palabras había pronunciado el goleador, pero en el programa Libero que emite TyC Sports lograron leerle los labios: “¿Qué querés que haga boludo? ¿Qué querés?”. Esas palabras salen de su boca mientras se aleja del cuerpo técnico en un acto de desobediencia que expone los problemas que atraviesa el equipo. Segundos más tarde, nuevamente La Pulga comentó algo al aire pero no se alcanza a percibir qué, porque llevó su mano izquierda a la boca, y se fue hacia el centro del campo dispuesto a jugar lo que restaba del partido. Todo bajo la mirada del propio entrenador culé, quien se mantuvo en silencio.
El Barcelona volverá a jugar el martes ante el Atlético Madrid, en el compromiso más complicado de los seis que le quedan por delante. Desde el reinicio de La Liga tras el parate por la pandemia del coronavirus, el equipo azulgrana ha ganado todos sus compromisos en condición de local (1-0 ante el Athletic de Bilbao y 2-0 al Leganés), aunque para superar a los dirigidos por Diego Pablo Simeone deberá mejorar su nivel de juego.
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