La igualdad por 2-2 entre el Barcelona y el Celta de Vigo el sábado por el partido correspondiente a la jornada 32 de la Liga no solo colocó al equipo azulgrana como escolta del líder, Real Madrid, sino que dejó al descubierto los conflictos que existen dentro del vestuario. Si quedaba alguna duda de que la relación entre los referentes y el cuerpo técnico está más que desgastada, el cruce entre Lionel Messi y Eder Sarabia terminó de despejarla.
Se disputaba el complemento del encuentro cuando el juego se detuvo para que los futbolistas pudiesen hidratarse debido a las altas temperaturas. En ese instante, el ayudante del entrenador azulgrana Quique Setién se acercó a Lionel Messi para comunicarle algo. Sin embargo, el capitán del equipo giró de inmediato y se dirigió hacia el sector opuesto, murmurando algo y con un claro gesto de fastidio.
Hasta el día de hoy no se había podido comprender qué palabras habría pronunciado el goleador, pero en el programa Líbero, que emite TyC Sports, lograron leerle los labios: “¿Qué querés que haga, boludo? ¿Qué querés?”. Esas palabras salen de su boca mientras se aleja del cuerpo técnico en un acto de desobediencia que expone los problemas que atraviesa el equipo.
Segundos más tarde, nuevamente la Pulga comentó algo al aire, pero no se alcanza a percibir qué, porque llevó su mano izquierda a la boca, y se fue hacia el centro del campo dispuesto a jugar lo que restaba del partido. Todo bajo la mirada del propio entrenador culé, quien se mantuvo en silencio.
“Yo tampoco era un jugador fácil. Lo que tenemos que tratar es de convencer a todos de la idea común. Yo lo entiendo como algo natural. Hay una comunicación buena. No le doy ninguna importancia”, consideró Setién en conferencia de prensa, y sobre el episodio de la polémica, sostuvo: “No pasó nada especialmente. Fue una indicación, y ya está”.
Según publicó el sitio Marca, luego del empate por 2-2 frente al Celta de Vigo del sábado, hubo un fuerte careo entre algunos futbolistas y el entrenador: “Los jugadores recriminaron al técnico algunas de sus decisiones tácticas y también algunos de los cambios que realizó en el partido”. El cruce fue adjetivado como “tenso”, y aunque en la publicación se omiten nombres propios, se descarta que quienes alzaron la voz fueron los referentes.
Antes de entrar al vestuario, Luis Suárez ya había anticipado su malestar con Setién, cuando había sido consultado por la escasez de triunfos fuera del Camp Nou: “Para algo están los entrenadores, para analizar esa clase de situaciones. Nosotros lo damos todo dentro del campo, y te queda la sensación de que fuera de casa estamos perdiendo muchos puntos importantes que no perdíamos en otras temporadas”.
Según el sitio español, los reclamos fueron puntualizados en los cambios. En ese partido ingresaron Antoine Griezmann y Arthur en lugar de los juveniles Ansu Fati y Riqui Puig, de buenas actuaciones. Además, sumaron minutos Júnior Firpo y Martin Braithwaite, que entraron en reemplazo de Jordi Alba y de Suárez.
Quique Setién asumió al frente del Barcelona en enero de este año, luego de que la dirigencia despidiera a Ernesto Valverde, apuntado como principal responsable de las eliminaciones en la Champions League y en la Supercopa de España. El técnico había perdido ya el respaldo de los aficionados, de la dirigencia y de parte del plantel, por lo que se optó por darle una oportunidad a otro en el cargo. Fue allí que surgió el nombre de Setién, quien se definía como admirador de Lionel Messi, de Johan Cruyff y, por decantación, de la escuela futbolística del cuadro catalán.
En marzo de este año, cuando el Real Madrid venció por 2-0 al Barcelona en el clásico liguero celebrado en el Santiago Bernabéu, Eder Sarabia ya había protagonizado una situación polémica. El asistente del entrenador se fastidió cuando Antoine Griezmann falló una situación clara en el primer tiempo: “Me cago en mi puta madre. Suave, suave”, gritó en referencia a cómo debió haber definido el francés. Luego explotó cuando un jugador no se animó a rematar a puerta: “¡Pero tura a gol!, me cago en Dios”.
Pero su comentario más resonante se lo hizo a otro de los colaboradores durante la primera mitad: “No hace nada de lo que hay que hacer, de repente empieza a jugar y tirar, cuando tiene que jugar la pelota”. Su frase iba dirigida a un futbolista del Barcelona, pero se desconoce a quién.
Tras la divulgación de los videos, Setién se disculpó públicamente: “Me ha afectado mucho a mí. Lo primero en lo que pienso es en el club y en la imagen del club. Debe ser una imagen impoluta, hay que cuidarla. Es un tema que me preocupa mucho. Es algo muy importante para mí. Nos pueden criticar porque haces mal lo cambios, porque planteas mal los partidos... Por lo que sea, pero no por el comportamiento”, declaró en una entrevista con El Periódico.
“Es verdad que hay que entender a las personas y los momentos. No todos somos iguales. Eder es un chaval que tiene un gran temperamento, que para muchas cosas nos viene fenomenal. Pero tiene que aprender a controlarse. Está en ello, trata de mejorar este tema, porque ya hemos tenido situaciones de estas. Cada vez más esporádicas, pero… Pero es algo que no nos gusta. No es excusa que estas situaciones se vean en los banquillos. Es un tema que Eder está intentando solucionar. Es un chaval joven, un chaval impulsivo, que tiene muchísima energía, que para muchas cosas es tremendamente positivo”, explicó en ese entonces.
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