El Leeds de Marcelo Bielsa volvió a la actividad con un paso en falso. En su visita al Venue Cardiff City Stadium, el conjunto del Loco perdió 2 a 0 frente al combinado liderado por Neil Harris y desperdició la posibilidad de extender a 10 puntos la diferencia con el Fulham, que también aspira a lograr una de las plazas directas que entregan el ascenso a la Premier League.
Los goles del canadiense David Hoilett y el alemán Robert Glatzel sellaron el triunfo para el Cardiff, que se entusiasma con lograr un cupo a los playoffs por el tercer ascenso. Pero lo llamativo fue que en el inicio de las conquistas locales, los errores defensivos en la salida limpia del Leeds fueron las claves para que las escenas concluyan en la red.
La bronca del entrenador con pasado en Newell’s, Vélez, Athletic de Bilbao y la Selección, entre otros, se basó en las fallas conceptuales de los intérpretes que conformaron su última línea.
Kalvin Phillips, el volante central encargado de equilibrar al equipo, fue el responsable del primer grito de Hoilett, porque si bien el moreno atacante resolvió con una exquisita definición, su ocasión nunca se hubiera producido si el mediocampista no le regalaba la pelota cuando toda su defensa estaba desacomodada.
La fórmula se repitió en el complemento, aunque en esa oportunidad el que brindó el obsequio fue el escocés Liam Cooper. El central se la entregó a su compatriota Paterson y éste no perdonó: asistencia a Glatzel, bombazo, palo y gol.
Con la derrota consumada, el Leeds dejó de ser el líder absoluto de la Championship, dado que ahora deberá compartir la cima con el West Bromwich, que empató sin emociones con el Birmingham City.
Ambos con 71 puntos, en la actualidad ocupan los puestos de ascenso directo a la Premier League, dado que el tercer ascenso lo dirimirán los participantes que concluyan entre el tercer y sexto lugar (hoy se encuentran el Fulham con 64, Brentford con 63, Nottingham Forest con 61 y Preston North End con 57).
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