Martin Braithwaite cumplirá seis meses como nuevo refuerzo del FC Barcelona. Un fichaje que nadie esperaba y que no hubiera llegado a concretarse si el delantero francés Ousmane Dembélé no hubiera sido víctima de una lesión que demandó más de cuatro meses de recuperación.
Con la intención de sobresalir, y ponerse a la altura de los grandes nombres que tiene el conjunto culé en ataque, el atacante de 29 años aseguró que está listo para volver a competir después de disputar tan solo tres partidos, antes de que la pandemia por coronavirus obligara a suspender el torneo.
En una entrevista con el portal británico “The Guardian”, el último fichaje del club reveló algunas intimidades, se deshizo de elogios hacia Messi y celebró la recuperación de Luis Suárez.
Todo fue un sueño fantástico para Braithwaite, quien vivió las negociaciones con mucha emoción. Sin embargo, ese no fue el aso de su esposa Anne-Laure, quien llegó a pensar que su marido lo estaba engañando con una amante.
“Mi mujer creyó que tenía una amante”, reveló el futbolista y agregó: “Recibía muchas llamadas pero no le conté nada a nadie, ni a mi mujer. Ella empezó a sospechar algo porque siempre salía de casa, con el frío que hacía Madrid, para hablar y atender las llamadas”.
“Sintió que algo extraño pasaba, hasta que una noche le dije: ‘Tengo que decirte algo’, y ella me dijo: ‘Sé lo que vas a decir’. Me decepcionó no poder obtener esa reacción de sorpresa, pero ella estaba muy feliz y entendió por qué no se lo conté en su momento”, recordó el ex Leganés.
Otro de los puntos fuertes que tocó en la entrevista fue la difícil enfermedad que superó de niño: “Pasé dos años en una silla de ruedas. Tenía algo llamado Legg-Calve-Perthes, una enfermedad de la cadera. Debía descansar la zona, no presionarla porque podía volverse suave y deformarse”, explicó.
“Era muy joven, entre cinco y siete años. Ya no tengo muchos recuerdos, fueron momentos tristes, así que creó que borré eso de mi mente. Solo recuerdo que quería jugar al fútbol cuando veía a todos haciéndolo. Necesitaba tener a alguien sobre mí porque siempre estaba tratando de saltar de la silla. Mi padre me dijo que cuando volví a jugar se puso triste: podía ver a su hijo corriendo pero cojeando”.
Finalmente, en cuanto a Lionel Messi y Luis Suárez, los dos referentes en el ataque del Barcelona, el danés comparó al argentino con Dios y bromeó con que no volvería a lavar la camiseta que se enfundó cuando recibió un abrazo del capitán tras darle una asistencia en su debut con victoria ante el Eibar (5-0).
Sobre el uruguayo, reconoció que está muy emocionado por jugar con él: “Lo estoy mirando: cómo se mueve. Hago preguntas, estoy aprendiendo”.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: