Es uno de los árbitros de fútbol más famosos y respetados del mundo, ha dirigido muchas finales importantes –Juegos Olímpicos 2012, Supercopa UEFA 2014, Eurocopa 2016, entre otras–, pero eso no quita que no tenga errores. El inglés Mark Clattenburg, quien hace unos años dejó la Premier League para ir a dirigir y capacitar árbitros en Arabia Saudita, reconoció que un fallo suyo ayudó al Real Madrid a ganar la Champions League.
Fue en la final de la UEFA Champions League de 2016 entre el Real Madrid y el Atlético que se jugó en Milán, partido que el club blanco acabó ganando en los penaltis tras el 1-1 establecido con goles de Sergio Ramos y Yannick Ferreira Carrasco.
En diálogo con Daily Mail, Clattenburg habló sobre los cinco jugadores a los que más le ha costado controlar sobre el césped y en ese grupo sitúa a Pepe, ex zaguero del Real Madrid. Ahí fue cuando reconoció que él y su equipo se equivocaron al dar como válido el gol de Sergio Ramos: “En esa final, el Real Madrid se puso 1-0 en la primera parte pero el gol fue en fuera de juego por muy poco. Nos dimos cuenta en el descanso. Era una acción difícil.”
El colegiado británico de 45 años contó también que intentó sacar provecho de este error para ‘controlar’ al defensor portugués, quien le hizo una falta dentro del área a Fernando Torres.
“Pepe hizo una falta sobre Torres. Estaba furioso y me dijo en perfecto inglés: ‘Eso no es penalti nunca, Mark’. Le dije: ‘El primer gol de ustedes no debería haber subido al marcador’, y se calló. La gente pensará que es raro, porque dos errores no hacen un acierto. Los árbitros no pensamos así, pero los jugadores sí. Sabía que si le decía eso aceptaría la situación”, explicó Clattenburg.
Además de eso, Clattenburg contó que Pepe fingió estar dolorido y le sacó la lengua después de un choque con Carrasco para intentar que algún jugador del Atleti fuera sancionado.
“Pepe estaba rodando por el suelo, actuando. Lo intentó dos veces para ver si expulsaba a algún jugador del Atlético. Otro árbitro hubiera picado pero yo había hecho los deberes. Aunque intentaba no dejarme llevar por los prejuicios, conocía bien su forma de pensar y me hizo falta para intentar llevarle. Es un jugador del que no puedes fiarte. Un partido podía estar siendo fácil y, de repente, él hacía algo”, aseguró.
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