Desde su hogar en Manchester, Sergio Agüero mantuvo una charla de casi dos horas con TyC Sports, en la que recorrió su carrera en Europa y en la Selección. El delantero, de 31 años, profundizó, entre otras cosas, en su relación con Lionel Messi, su amigo, socio, y confidente desde la época en la que coincidieron en las selecciones juveniles.
“Me caliento mal cuando pierdo a la Play Station, hago como que tiro el control pero me contengo. Leo me dijo que volví a la época del Sub 20, porque antes del Mundial de Holanda concentrábamos juntos y jugábamos. En las concentraciones empezamos a tener más confianza y jugábamos todos los días. Nos agarrábamos a cara de perro, re picantes, ja”, contó.
“Con Messi concentro desde 2005, desde el Mundial Sub 20. El cuerpo técnico fue el que decidió que esté con Leo; fue lindo y ahora tenemos una amistad increíble. El tiempo pasa, éramos feos, eh. Ahora mejoramos un poquito, viste que con la edad... El tiempo nos favoreció a los dos, le pasa a todos. Veo fotos de unos años atrás y digo ‘mamá, mirá lo que era’, ja", le puso humor a la charla.
LAS PRINCIPALES DEFINICIONES DEL DELANTERO
La dificultad en la ejecución de los penales
“Leo desde chico tomó mucha responsabilidad. Fue increíble como pateó los dos penales en la final contra Holanda en el Mundial Sub 20, los pateó tranquilo, como en su casa, y ganamos”.
“Nosotros seguimos pateando penales porque es nuestra responsabilidad y somos los que desde siempre pateamos. Salvo que algún compañero me diga que se tiene fe o confianza... Son decisiones de 10 o 15 segundos”.
“El penal más pesado que pateé fue el de las semifinales con Holanda, me latía el corazón mal. Al principio, cuando pateas los primeros penales no sabés donde patear, después, con más experiencia, estás más tranquilo. Ahora, yo ya no sé dónde tirarla, porque los arqueros te estudian. Hace 3 o 4 años empecé a estudiar a los arqueros para ver dónde se tiran en los penales. Contra el Tottenham en Champions, yo había visto que Lloris se había tirado 7 de sus últimos 10 penales a su derecha, 2 a su izquierda y uno en el medio. Dije, bueno, si él se tira para la derecha, me la juego a mi lugar favorito y me lo adivinó. Es un momento que es muy difícil decidir. Parece fácil tirarla al medio, pero no lo es. Antes del partido ya se dónde voy a patear y no cambio, si erro, ya fue”.
Los arqueros, cada vez más duros de vulnerar
“El fútbol cambio mucho. Hay veces que hasta tirando fuerte de cerca los arqueros tienen muchos reflejos y me la sacan. En la Premier League me acostumbré a que en el área no puedo pensar. Hago dos toques o un toque, giro y pateo. Afuera del área busco pase o alguna pared, pero adentro no pienso, tiro fuerte y arriba para que el arquero no tenga reacción”.
Su descripción sobre el fútbol inglés, donde se transformó en leyenda
“Hoy el fútbol es muy físico. Antes, en el Atlético, todos los equipos intentaban jugar, en la Premier no hay tanto juego y es más físico. Los primeros tres intentan jugar, los demás nada, y más contra el City. Lo mismo pasa en la Selección, por más que seamos todos cracks, te agarra un equipo normal y con correr y tener físico te complica”.
Su secreto para superar a los marcadores altos
“Con mi estatura intento no estar pegado al central, no me meto donde están todos los altos. Busco otro hueco. En la Selección, sé que Leo tira los centros al primer palo o al punto del penal y los tira fuerte. Contra Uruguay en Israel, vi que todos estaban en el medio, así que traté de anticipar adelante y salté ahí”.
La historia detrás de su gol más emblemático en el Manchester City: el 3-2 ante Queens Park Rangers que le dio el título en 2012
“Lo que me acuerdo de ese partido es que teníamos que ganar sé o sí, porque el United siempre ganaba. Estábamos nerviosos, con ganas de que terminara todo y celebrar, pero la pasamos mal hasta los últimos minutos. Yo no venía teniendo un buen partido, estaba desaparecido y el tiempo se me pasaba muy rápido. Cuando Dzeko hace el empate dije ‘me la voy a jugar’, así que bajé un poco para buscar la pelota para dársela rápido a Balotelli. Mi intención era buscarlo, que él la aguantara y me la diera así yo le pegaba al arco. Cuando la recibo, me saco una marca de encima y se la doy a Mario, él la aguanta y me la pasa desde el suelo, entonces la pelota no me quedó tan cómoda para patear de una. La acomodé un poquito, pensé que el central se me iba a tirar y busqué el penal. Pero cuando me pega el defensor no me dio tan fuerte como para tirarme, me tocó un poquito y yo vi la pelota que estaba cerca del arco, así que dije ‘pateo’. Lo peor fue que quise patear fuerte cruzado y me salió al primer palo, no sé qué pasó. Después, viendo la jugada, me di cuenta que si la cruzaba me la podía haber tapado un defensor que se tiró. Festejé el gol, todo, y dije ‘qué bien que pateé’”.
El día que Riquelme detectó un golpe de suerte imperceptible
“Tengo varios goles así, que la quiero cruzar pero le pego tan fuerte con el empeine que me sale al primer palo. Una vez, hice un gol contra el Liverpool de zurda, que entró por el primer palo. Fue un golazo, pero yo quise cruzarla. Me mandaron muchos mensajes para felicitarme y me llegó uno de Román Riquelme diciéndome ‘qué orto que tenés’. Se había dado cuenta que no la quise tirar ahí”.
“Con Leo Messi tengo confianza. Contra Ecuador en Quito, que teníamos que ganar, en el tercer gol él no la quiso picar y le dije 'tuviste suerte porque justo se te levantó un poquito y te salió”. Y me lo reconoció. Pero bueno, es gol. A veces pasan esas cosas, que no quisiste hacer eso y te sale".
Por qué no llegó a la final por el Balón de Oro
“Me considero uno de los delanteros que está dentro de los mejores del mundo, no porque lo diga yo sino por los años que estuve en el City y los números que hice. Al final, para poder aspirar al Balón de Oro, influye mucho la Champions League. Tuve varios años buenos pero en la tempoada 2018/19 ganamos cuatro títulos con el City, solo nos quedó la Champions, que no tuvimos suerte y no pasamos a semis. Pero el año para mi fue buenísimo, hice un montón de goles, ganamos la Premier por un montón de puntos, también la FA Cup, la Carabao y la Super Copa. Y no estuve nominado ni en los primeros diez. Eso es porque pesa mucho la Champions. Es más valorado llegar a la final de la Champions que ganar 4 títulos”.
La frustración por no poder ganar la Champions con el City
“Para mí, el año pasado, que quedamos afuera con el Tottenham; creo que si hubiésemos pasado, teníamos muchas chances de estar en la final. Son cosas que pasan y nos distrajimos un poco al final. El gol de visitante te liquida. Hicimos las cosas bien, pero la Champions es muy complicada, un mínimo error y fuiste, quedás afuera. Hace dos años que perdimos con el Liverpool 3-0, yo no jugué pero dos goles de ellos con el VAR no hubiesen valido. Y al año siguiente quedamos afuera por un detalle que cobró el VAR”.
El arte de jugar al límite del fuera de juego
“Yo juego al limite del offside, es muy complicado. Yo ya sé los movimientos del equipo y cómo va a circular la pelota, entonces voy jugando con eso. Intento que los centrales no estén tan adelantados. Me quedo en offside así dudan, por más que sea raro me quedo ahí, así los mediocampistas se adelantan más. Y después en el área intento ventajear, es mi virtud. Por suerte tengo muy buenos asistidores y donde se distrae la defensa un segundo y yo encuentro el hueco, me dan el pase. Yo ya sé que cuando la tiene De Bruyne tengo que estar pegado al defensor porque me va a tirar un pase fuertísimo que pasa entre todos, así que tengo que ventajear ahí, porque sino no llego. Es complicado y es un trabajo que en la televisión no se ve”.
Las bromas con Otamendi
“Un amigo me mostró que Otamendi está haciendo Tik Tok, ja. Pero está bien, acá encerrado yo tampoco sabía qué hacer y terminé poniéndome una camarita para jugar a la Play. Uno quiere hacer algo y se le ocurren cosas. Tengo un problema, que la perra se me escapa y Ota lo único que hace es filmarme a la perrita cuando se me va. Me llama y me dice que está la perra, y yo le digo que no puedo salir, que la deje que vuelve sola. Se caga de risa. Es un fenómeno”.
El particular uso que les da a los premios ganados como “Man of the match”
“Para jugar a la Play puse la cámara arriba de estos premios (Man of the match). Mirá este justo es contra Newcastle. Entonces uso más premios para sostenerla y que me quede bien de altura (apila premios). Ya me pedí otra camarita, que es mejor, para que me filme de costado, pero no se cómo se instala”.
Su batalla para mantenerse en forma
“En un momento tuve más de un kilo de más, en 2015. A partir de ahí conocí a un doctor italiano, el mismo que Demichelis y Leo, y ahí por lo menos me cambió un poco el panorama de las comidas. Yo era de comer bastante carne y me dijo que intente de comer lo menos posible. Yo comía cuatro veces por semana carne y me dijo que lo baje a una. Tenía que comer mucho arroz y pollo, y ahora me hice fanático del arroz. Me fui adaptando. Pasa que en el fútbol medio kilo influye mucho, sentís la diferencia. Mi peso es 79 kilos, ahora estoy muy bien. En 2017 baje dos kilos y me sentía débil, me mareaba en los partidos. Hasta que me hicieron análisis y me dijeron cuál era mi peso ideal".
El regreso a los entrenamientos en medio de la crisis por el coronavirus
“El 4 de mayo tenemos control en el City por el tema este del COVID. Después vamos a empezar a entrenar en grupos. Creo que el resto de las ligas también van a arrancar. Está jodido, se atrasó todo y se suspendió la Copa América. Al final prefiero que esto se calme aunque nos tengamos que quedar encerrados más días”.
El clásico con su hijo Benjamín, que se hizo hincha de Boca
“Con Benja hago facetime, está en la casa. Le digo que no salga y él me dice que tiene más tiempo para jugar a la play. Ya está grande”.
“Y qué voy a hacer si Benja es de Boca, tampoco lo puedo obligar. No vive conmigo y él se va del club que él quiera. No le voy a meter en la cabeza de quien tiene que ser. Ya me carga. Es calentón y me dice que es de Boca para pelearme”.
El problema de la finalización de los contratos en medio de la crisis por el COVID-19
“Por ahora no estoy pensando en qué hacer cuando se me termine el contrato. Con todo esto, todos los clubes están teniendo problemas. Si esto sigue así la temporada y los contratos se pueden extender. A Bravo y a Silva, que se les termina el contrato ahora en junio, parece que el club les tiene que renovar automaticamente. Yo no sé que voy a hacer, y el tema de la Champions sigue en investigación. Yo quiero jugar esta temporada y darle con todo a la siguiente. También viene la Copa América y el Mundial de Qatar está a nada y si Dios quiere... Tengo que pensar en cómo voy a estar yo en ese momento”.
El nuevo grupo de la Selección y la suspensión de la Copa América
“A nosotros nos agarró en un buen momento. Veníamos con Scaloni y los nuevos jugadores que citó, se había armado un buen grupo. La última gira salió bien y venía la Eliminatoria. Estábamos entusiasmados por la Copa, más en Argentina. Pero bueno, pasó esto, pero nos hubiese gustado que se juegue ahora. Nunca se sabe qué le puede pasar a cada jugador hasta el año que viene, y desaprovechamos el buen momento de varios este año. Es complicado mantenerse bien todos los años”.
“Todos los nuevos que están y algunos que ya estuvieron son todos muy buena gente. Nosotros con Leo y los que tenemos experiencia intentamos que estén relajados, somos normales. Intentamos integrarlos, jugamos al truco. Enseguida los chicos se adaptaron y nos cagamos de risa, la pasamos bien. Y en la cancha se ve esa amistad”.
“Leandro (Paredes) y De Paul son muy calentones. Leo es calentón, calentón, eh”.
Su lucha para llegar al Mundial 2018 tras su lesión y el sueño de Qatar 2022
“El parate me vino bien para el tobillo. Tuve problemas en la Copa America de Brasil, contra Venezuela. Me lo doblé y al final tuve que vendarme para no sentir nada. Estuve 20 días parado y me siguió el dolor mucho tiempo. Y contra el Tottenham empecé a sentir extraña la rodilla. Es la rodilla en donde me hice la limpieza porque estuve cinco años con un edema. Por suerte quedó bien, porque el primer gol del Mundial fue con la zurda. Me mandó un mensaje el doctor diciéndome que había hecho un golazo, y yo le pregunté qué había tocado, porque me había quedado muy bien, ja”.
“Me aguanté cinco años con un edema en la rodilla, con pubalgia, los aductores tocados. Ya está. Mirá si no me la aguanto hasta Qatar... Falta poco, no sé lo que va a pasar, pero el Mundial 2018 parece que fue ayer. Cuando está por venir el Mundial, uno lo que quiere es estar bien y poder ir. Mi meta es dar todo hasta el final y quiero seguir cuidándome. Tengo una edad con la que quiero seguir en la Premier haciendo historia y seguir creciendo”.
La diferencia de jugar con la Selección o con su equipo
“No hay comparación. Con la Seleccion al final sufrís. Nosotros de adentro sabemos quién sufre y quién no. Yo puedo decir que Leo es el primero que sufre y sigue estando. Todos la pasamos mal cuando perdemos, obvio que queremos ganar, pero es así y el fútbol te da tristezas. Fueron tristezas muy fuertes, se sufre y la pasás mal. Y después te molesta porque la gente dice que te vas de vacaciones. Somos humanos. Es difícil. En todo el mundo pasa esto, siempre le encuentran un pero”.