Josep Guardiola es sinónimo de buen fútbol. Sus equipos siempre intentan tener la pelota más que el rival y es a partir de la tenencia de la misma que busca generar espacios y crear situaciones en ataque. El español, ahora al frente del Manchester City, ha llevado esta filosofía de juego al máximo con el Barcelona entre 2008 y 2012, cuando ganó dos Champions League y creó lo que para muchos fue el mejor equipo de la historia. Sin embargo, en el club inglés parece que tiene algunos permitidos.
La necesidad de clasificar a la final de la Copa de la Liga, instancia a la que finalmente accedió este miércoles, llevó al director técnico a tomar decisiones que muchas veces son cuestionadas por sus seguidores más férreos. Si bien él no puede ser responsable por lo que sus fans sostienen, sí a veces termina siendo víctima de sus propias ideas.
El objetivo de sus equipos es siempre defenderse con la pelota y así evitar que los rivales lo dañen. Evidentemente, en el clásico ante el Manchester United del miércoles por la semifinal del certamen británico, esto quedó de lado.
Cuando el encuentro estaba 1 a 0 en favor del cuadro visitante, pero gracias al 3-1 que había cosechado en la ida, el boleto de acceso a la final aún estaba en su poder, el entrenador mandó al terreno de juego a John Stones, un central, en lugar de Kevin De Bruyne, un volante que se caracteriza por saber qué hacer con el balón en su poder.
Esta modificación derivó en que el relator de ESPN señalara que esta modificación fuese para "defender la derrota”. Guardiola armó una línea de cinco defensores y sacrificó un mediocampista con el objetivo de retroceder en el campo de juego y dedicarse los cinco minutos restantes a rechazar el esférico.
Como si esto no fuera suficiente para demostrar que ante la necesidad de clasificar (ni siquiera ganar) a veces tira los libros a la basura, a los 88 minutos Guardiola ya había tenido una actitud polémica al retrasar un lateral para el Manchester United, tomando el balón y no dándosela a Juan Mata, futbolista rival, que quería jugar rápido.
Lo curiosos es que esto que hizo el entrenador español es común en varios de sus colegas, pero no en él, quien suele pregonar otro tipo de ideas que la de sumar un central a la línea de fondo para aguantar un resultado.
En conferencia de prensa, el ex técnico del Bayern Múnich, declaró: “En el cómputo global de los 180 minutos, hemos sido mejores que el United. Generamos ocasiones para marcar muchos goles, que no pudimos materializar. Tenemos que aprender a tener más efectividad”, estimó Guardiola.
Este torneo adquiere un mayor valor para el City en un momento en el que afronta la recta final de la temporada, a 19 puntos del líder Liverpool en la Premier League, donde el equipo de Josep Guardiola tiene muy complicado poder revalidar el título.
Por eso los torneos de eliminación directa se presentan como la tabla de salvación de la temporada del City.
Además de para la final de esta Copa de la Liga, el Manchester City está clasificado para octavos de final en la Liga de Campeones, donde se medirá al Real Madrid, y para octavos en la Copa de Inglaterra, donde tendrá como adversario al Sheffield Wednesday (2ª división).
El martes, el Aston Villa se había clasificado para la final al imponerse 2-1 en el partido de vuelta al Leicester, para llevarse la eliminatoria por un global de 3-2.
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