Se jugaban 21 minutos del complemento de la final entre el Real Madrid y el Atlético cuando el conjunto de Zinedine Zidane tuvo la situación más clara del partido. En un duelo parejo, con pocas situaciones que llevó su definición a los penales, fue Federico Valverde quien dilapidó una oportunidad única.
El elenco blanco armó una buena jugada colectiva por derecha con combinaciones de Rorygo, Jovic y Carvajal terminó con un centro al área que se desvió en el camino y le quedó servida al mediocamista uruguayo. El número 15 saltó libre en el área chica, pero cabeceó tan mal que el esférico le rebotó en su pierna derecha y se marchó por línea de fondo.
Después de desperdiciar esa chance, el volante sudamericano se quedó petrificado en el lugar tomándose la cabeza y comprendiendo que no volvería a tener una situación semejante. Hasta ese entonces, las chances de ambos equipos no habían sido demasiado claras, más allá de un mano a mano de Luka Jovic que se fue apenas afuera y de un remate de Joao Felix en la puerta del área que se marchó desviado.
El encuentro se disputó en en el estadio King Abdullah de Yedá, Arabia Saudita. El Real Madrid disputó la final tras haber eliminado al Valencia, al vencerlo 3 a 1, y el Atlético obtuvo su boleto al ganarle 3 a 2 al Barcelona, en un partido vibrante que se definió sobre el final. Lo curioso es que ninguno de los finalistas fue campeón de La Liga o de la Copa del Rey en la pasada temporada, pero el nuevo formato de cuatro equipos les permitió clasificar por sus posiciones en la tabla del torneo doméstico pasado y ambos triunfaron en sus primeras presentaciones.
Valverde, de 21 años, llegó al Real Madrid en 2016 proveniente de Peñarol, en donde apenas jugó 12 partidos. El mediocampista estuvo un año en el Castilla, equipo filial del cuadro español, para luego saltar primer equipo en 2017.
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