Físicamente parece mayor. Su forma de desempeñarse en el campo de juego también denota mucha madurez. Y al conocer un poco más sobre su vida personal podría pensarse que es un futbolista experimenta. Porque el brasileño Wesley Moraes le sucedió de todo, aunque solamente tiene 23 años. Actualmente disfruta de jugar en el Aston Villa, club que desembolsó 22 millones de libras y lo convirtió en el jugador más caro de su historia. Pero para llegar a ese lugar debió atravesar grandes desafíos y momentos duros.
Su infancia fue efímera, se hizo adulto a muy corta edad. Según reveló el propio jugador en Mirror, su padre murió cuando él solamente tenía 9 años, víctima de un derrame cerebral causado por el alcohol y las drogas. “Tenía nueve años, así que realmente no entendía lo que estaba sucediendo. Solo después, cuando eres mayor, entiendes lo que realmente sucedió y estas cosas me ponen muy triste”, explicó al diario británico.
Fue un duro golpe, uno mayúsculo, pero que debió digerir de manera muy rápida porque apenas seis años después ya era padre de dos hijos. A sus 14 y sus 15 años, nacieron Ian Riquelme y Maria Eduarda, quienes lo obligaron a dejar el fútbol en un segundo plano. En aquel momento su futuro deportivo no era muy esperanzador y comenzó a trabajar en turnos de 11 horas en una fábrica de tornillos y clavos.
“Al principio no podía entrenarme, solo jugar los sábados. Luego me ofrecieron un contrato en el Tupi FC, así que trabajaba por las mañanas, me entrenaba por la tarde y estudiaba por la noche”, contó Wesley.
Afortunadamente su carrera progresó y pudo convertirse en profesional, pese a que cuando era pequeño algunos médicos le habían dicho que eso no sería posible porque tiene la pierna izquierda tres centímetros más larga que la derecha: “Afortunadamente, nunca me causó dificultades ni dolor. Mucha gente me dijo que sería imposible que jugase al fútbol profesional porque es mucha diferencia. Incluso los médicos están sorprendidos por cómo lo superé. Pero Dios me ha bendecido de muchas maneras porque mi cuerpo naturalmente se adaptó y compensó la diferencia.”
Pese a todas su adversidades, Wesley entiende que le han servido para construir un carácter fuerte. “No tener privilegios me dio la capacidad de superar obstáculos y alcanzar los buenos tiempos. Tener todo demasiado joven puede hacerte complaciente”, analizó. Su primera experiencia en Europa fue en el AS Trencin de la primera división de Eslovaquia, donde fue campeón y llamó la atención del Brujas de Bélgica, equipo en el que compitió en Champions League y se hizo la fama a nivel continental.
Sobre su estadía en Eslovaquia, contó que fue difícil pero que era una chance inmejorable para insertarse en el fútbol europeo. “Era mi última oportunidad de llegar a Europa y no podía permitirme el lujo de fallar. Durante tres meses nevó casi todos los días y no pude aprender el idioma. Pero me aferré a eso y me llevó a mi gran oportunidad, a marcharme al Brujas en Bélgica y, desde allí, al Aston Villa. Afortunadamente, mi madre me siguió de cerca y se aseguró de que no eligiera malos caminos”, concluyó el jugador.
Su arribo a Inglaterra a causado gran impacto. Ha sido titular en cada uno de los 17 partidos de equipo villano en la Premier League, marcando cuatro goles y dando una asistencia. Son cifras más que respetables para un futbolista que llega a la exigente liga inglesa desde el campeonato belga. Pero Wesley no se conforma y pretende seguir escribiendo más capítulos en su increíble historia.
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