En el inicio de la Fecha 11 de la Bundesliga 2, el campeonato de segunda división del fútbol alemán, se vivió una de las situaciones más insólitas que se hayan visto en el fútbol mundial en los últimos años. Se sancionó uno de los penales más absurdos de la historia: el autor fue un jugador suplente.
Sucedió en el partido entre Holstein Kiel y VfL Bochum en el Holstein-Stadion. Minutos antes de que termine el primer tiempo, en un ataque del equipo visitante, Silvere Ganvoula remató cruzado y su tiro se fue muy ancho. Mientras él se lamentaba por su defectuoso disparo, un suplente de equipo rival cometía el grave error de tocar la pelota antes de que cruce la línea de meta.
Michael Eberwein, quien hacía movimientos de calentamiento junto al resto de los suplentes del Kiel, metió su pie derecho dentro del campo de juego y tocó el balón.
El árbitro del partido, Timo Gerach, fue advertido de eso e inmediatamente fue a revisar la jugada al monitor del VAR. Al ver que el jugador suplente del Kiel había tocado el balón dentro del campo, castigó la infracción con un penal en contra de su equipo y le mostró la tarjeta amarilla. Las Reglas de Juego de la FIFA establece que ningún jugador suplente, cambiado o expulsado puede tocar el balón cuando este esté dentro del terreno de juego.
El propio Ganvoula se encargó de ejecutar el penal y de transformarlo en el empate transitorio a favor del VfL Bochum. Por fortuna para Eberwein, quien no disputó ni un solo minuto, el Kiel pudo llevarse el triunfo en la segunda mitad, con un gol de Janni Serra.
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