Como si el escenario del primer equipo del Barcelona no fuese lo suficientemente convulsionado, la estructura de inferiores del club está crujiendo con la batalla que protagonizan dos viejos ídolos y que despertó las alarmas en la institución catalana: Víctor Valdés y Patrick Kluivert tuvieron una “fuerte discusión” y el ex arquero podría perder su puesto como entrenador del juvenil en los próximos días.
El ex arquero del Blaugrana, campeón en más de 20 ocasiones debajo de los tres palos del club, es el encargado del Juvenil A desde julio de este año. Sin embargo, la estadía podría ser efímera: sumó varios desentendidos con el staff técnico de otras categorías inferiores, aunque el capítulo que podría marcarle la puerta de salida se desarrolló en las últimas horas en las oficinas de la Ciutat Esportiva con el tenso cruce con Kluivert, ex goleador de la entidad a fines de los 90 y actual líder dirigencial de La Masía.
Según informaron los medios catalanes Sport y Mundo Deportivo, la “situación es insostenible” y el principal dilema se desarrolló con la rebeldía de Valdés a encolumnarse detrás de la filosofía del 4-3-3 que impera en las categorías formativas. La reunión entre el ex arquero y el ex delantero no tuvo buen tono, a punto tal que Valdés fue apartado este fin de semana del Juvenil A. "No viajará mañana con el equipo en el partido de Liga que se disputará contra el Gimnástic de Tarragona. La próxima semana la Secretaría Técnica del fútbol formativo del FC Barcelona se reunirá con él para analizar su continuidad en el cargo”, adelantaron con un comunicado desde el Barça.
La derrota del equipo contra el Inter en la UEFA Youth League fue la gota que rebalsó el vaso y sacó a relucir la disconformidad de varios directivos con las alineaciones y las decisiones. Valdés últimamente apeló al 4-2-2 y dejó de lado a talentos que son una apuesta de la entidad tanto en lo deportivo como en lo económico. Un caso emblemático es el de Ilaix Moriba, quien fue blindado con una millonaria cláusula hace meses pero fue suplente contra el combinado italiano en la competencia internacional.
En la tensa reunión, Valdés reaccionó con “enfado” según revelaron los periódicos locales y advirtió que seguiría con su línea de juego. “Mi equipo lo hago yo”, fue la respuesta que dio según fuentes del club. Los resultados no acompañan su obstinación y las diferencias con otros empleados tampoco ayudaron a su situación.
Durante los últimos meses, el entrenador se quejó por no haber podido usar el estadio para entrenar, sin darle importancia a la voz de los auxiliares que le habían anunciado esa imposibilidad porque “cualquier campo” no aguanta cuatro partidos a la semana. Para colmo, realizó entrenamientos por la tarde lo que despertó la sospecha que lo hacía para impedir que sus futbolistas sean citados al Barcelona B. Eso generó que varios chicos pierdan su clase escolar, decantando en el enojo de los padres.
Antes de perder con el Inter, el equipo llegó media hora tarde al Estadi Johan Cruyff ya que Valdés decidió dar la arenga previa en la Ciutat Esportiva, cuando la reglamentación pide que los planteles estén una hora y media antes de cada compromiso. La UEFA sancionó al Barcelona por esa situación, según confiaron las fuentes que detallaron el conflicto a Mundo Deportivo.
El lunes será clave en su futuro. El clima no es el mejor y las reacciones de los fanáticos son dispares, porque ven que podrían correr a un ídolo del club mientras la directiva no toma determinaciones con Ernesto Valverde, líder del equipo principal que viene realizando actuaciones irregulares.
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