La llegada de Mauro Icardi al París Saint Germain abrió un nuevo foco de debate por la supuesta mala relación que existe entre el goleador y la cúpula histórica de la selección argentina que tiene como integrantes, entre otros, a Ángel Di María. El hombre del combinado francés desmintió por completo el supuesto conflicto y dejó en claro que sólo son trascendidos periodísticos.
“Siempre las mismas boludeces. Siempre salen las cosas que salen, que Leo nos llama por teléfono para que no le demos bola. Cosas increíbles que uno ya está acostumbrado. A veces pienso en salir a desmentir, pero es que siga creciendo la bola de boludeces y la verdad que es al pedo. Uno sabe y él sabe más que nada que desde que llegó estamos tratando de incorporarlo lo más posible y nada más”, declaró el Fideo en una entrevista con el programa Redes que se emite por ESPN.
“A veces uno se pone mal porque lo hacen quedar como un hijo de puta, y es todo al revés”, agregó con cierto enojo.
La nota que realizó desde París tuvo un tono emotivo cuando recordó el esfuerzo de sus padres en la infancia: “Una de las cosas que hago siempre antes de cada partido es primero llamo a mi mujer para que me dé suerte y después a mi mamá, que es la que me da la bendición. Son las personas que me bancan a full, que están siempre atrás mío. Mi mamá es la que me llevaba en bicicleta, es la que me dio todo...". La frase del futbolista de 31 años se cortó abruptamente porque la emoción lo dominó. Intentó detener las lágrimas y agregó: “Sufrí porque tengo a mi familia lejos, a mis amigos lejos. Tengo a mi mujer, mis dos hijas acá y nada más. Estoy acá por ellas. Dejo la vida en cada partido, voy a la selección y siempre dejo todo también”.
Di María también revivió lo ocurrido en la última Copa América de Brasil tras la eliminación ante el local y repasó el profundo discurso que dio el capitán Lionel Messi ante sus compañeros: “Leo dijo que estaba orgulloso del grupo que se había formado. Habíamos estado poco todos juntos porque muchos de nosotros no habíamos sido convocados antes y parecía que llevábamos años todos juntos, y que habíamos tirado todos para el mismo lado desde el primer día. Que estaba orgulloso de los más jóvenes por lo que habían entregado, lo que habían dejado por la camiseta y que seguramente si están ahí y dieron lo que dieron en esta Copa América era porque tenían que estar”.
Seguí leyendo: