Dos personas fueron sentenciadas este lunes por un tribunal de Swindon a 14 y 5 meses de cárcel por haber accedido "ilegalmente" a imágenes de la autopsia practicada al futbolista argentino Emiliano Sala, de las que tomaron fotos que terminaron circulando en las redes sociales.
Sala falleció a los 28 años el pasado 21 de enero en un accidente de avioneta, cuando acababa de fichar por el Cardiff City, y su cuerpo sin vida fue recuperado el 6 de febrero, tras lo que se procedió a la autopsia en la morgue de Bournemouth Borough al día siguiente.
Sherry Bray, de 49 años, directora de una compañía de cámaras de seguridad y su empleado del turno de noche Christopher Ashford, de 62 años, accedieron de manera ilegal al material gráfico del cuerpo del jugador durante su autopsia, según se desprendió de este proceso judicial.
Ambos individuos visionaron posteriormente el proceso y provocaron que una imagen del cadáver de Sala terminara circulando en varias redes sociales.
La noche anterior al traslado del cadáver del jugador a la morgue, Bray envió un mensaje a su empleado advirtiéndole de la llegada del cuerpo.
Detenidos el 18 de febrero y juzgados la semana pasada, Bray, directora de la empresa Camera Security Services Limited, y su empleado Ashford, reconocieron haber accedido a las imágenes de la autopsia ante un tribunal de Swindon, en el suroeste de Inglaterra.
Bray entró sin autorización al sistema informático de seguridad para ver la autopsia de Sala en directo y ambos la volvieron a mirar en diferido varias veces.
Los acusados hicieron además capturas de pantalla de las imágenes que Bray compartió con su hija, a través del sistema de mensajería de Facebook, y Ashford dejó fotografiar a uno de sus amigos, lo que derivó en su difusión en las redes sociales para la gran conmoción de la familia Sala, que vive en Argentina.
La instantánea terminó siendo compartida ampliamente en varios sitios como Twitter. Tras advertir que la policía investigaba la filtración, Bray borró el fichero de su móvil y pidió a Ashford que hiciera lo mismo.
En la audiencia, el juez admitió que si bien ninguno de los procesados cometió el delito motivado por una razón "financiera", ambos lo hicieron llevados por una "curiosidad morbosa" y, en el caso de Ashford, "por su interés en la ciencia forense".
"Ninguno de esos delitos fueron sofisticados ni involucraron ningún grado de planificación significativa", agregó.
Con sus acciones "profundamente ofensivas", Bray y Ashford "causaron un inmenso sufrimiento a la familia y amigos" del futbolista, fustigó el fiscal Anthony Johns. "Es imposible imaginar porqué alguien querría grabar o ver este tipo de imágenes en una violación tan flagrante de la confidencialidad y la decencia humana", concluyó.
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