Un escándalo de índole racista vuelve a salpicar al Cheslea FC. En esta ocasión, dos ex futbolistas juveniles del club han denunciado que fueron víctimas de abusos racistas por parte del entrenador Gwyn Williams. En diálogo con la BBC, sin utilizar sus verdaderos nombres, ambos relataron al detalle cómo fueron discriminados por este director técnico que trabajo 27 años en el club londinense.
Bajo los pseudónimos de Anthony y Kieran, ambos ex jugadores aseguraron que Williams hacía comentarios racistas sobre las facciones de su rostro. Por ejemplo, les preguntaba si habían "estado robando a abuelitas" e incluso se burlaba de su fisonomía y del tamaño de sus miembros. "Recuerdo que la primera vez que lo conocí, me comentó lo grande que eran mis labios y mi nariz. También hizo comentarios racistas sobre el tamaño de mi pene. Eso ocurrió cuando tenía 12 años", explicó Anthony.
"Nunca me podía relajar. Siempre pensaba en que si tenía un mal partido todo el mundo iba a llamarme negro y quejarse", agregó.
Además, denunciaron que Graham Rix, quien trabajaba con Williams, también era muy ofensivo con sus comentarios. Anthony explicó que Rix le preguntó si "había tenido relaciones con alguna de nuestras chicas blancas" un fin de semana. "Un día me harté porque ya había tenido suficiente y le dije que sí. Entonces él me respondió que si había sido su hija me asesinaría", añadió.
Gwyn Williams, quien trabajado en los Blues desde 1979 hasta 2006, ha negado todas estas acusaciones, que ya habían salido a la luz hace algunos meses porque la organización caritativa Barnado publicó una investigación acusando al Chelsea de comportamientos racistas en sus instalaciones las décadas de los 80 y los 90.
En dicha investigación Williams figura como el principal instigador de los abusos, pero él negó las denuncias y afirmó que no había actuado de manera racista con ningún jugador.
Los dos ex futbolistas argumentaron que no hicieron la denuncia por abusos en el pasado porque el Chelsea no tenía ninguna política que los protegiera y no tenían ninguna otra institución a la que dirigirse.
Al conocerse el informe de Barnado, el Chelsea publicó un comunicado mostrándose "en shock" por lo sucedido en su academia. "Queremos disculparnos con todos los jugadores que experimentaron este comportamiento profundamente impactante. Estamos haciendo todo lo que podamos para garantizar que los niños, niñas, hombres y mujeres que juegan para este club, y de hecho cualquier persona que trabaje para el club o con él, nunca tengan que soportar las terribles experiencias que sufrieron estos jóvenes jugadores."
Sin embargo, los denunciantes dijeron quieren una disculpa del club, pero que nadie del Chelsea se ha contactado directamente con ellos.
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