Lionel Messi quedó fuera de la lista de concentrados del Barcelona para enfrentar al Betis debido a que no se recuperó a tiempo de la lesión en el sóleo derecho que sufrió al regresar de sus vacaciones. Sin embargo, el rosarino concurrió al Camp Nou esta tarde para alentar a sus compañeros desde las tribunas.
La Pulga se ubicó en uno asientos cercanos al campo de juego junto al uruguayo Luis Suárez (quien tampoco pudo estar en la cancha, afectado por la misma lesión que el argentino) y los hijos de ambos. Una vez más, el que se robó todos los flashes fue Mateo Messi, el hijo del medio del rosarino.
Acostumbrado a hacer travesuras cuando va a los estadios, esta vez el pequeño resaltó por un curioso gesto. En determinado momento del encuentro, Messi y Suárez miraron con un gesto de honda preocupación hacia un costado. Lo mismo hicieron los hijos mayores de ambos, Thiago y Benjamín. Sin embargo, Mateo se mantuvo serio, mirando hacia el frente, indiferente hacia el juego y solo concentrado en comer su banana.
La actitud del hijo del medio de Messi, una vez más, motivó las reacciones más variadas en las redes sociales. La personalidad del pequeño ha cautivado a los usuarios, que suelen comentar cada una de sus apariciones en cámara.
La sonrisa volvió al rostro del pequeño cuando, a los 41 minutos del primer tiempo, Antoine Griezmann marcó el empate para el Barcelona, que había empezado perdiendo 1-0 en su casa por el gol de Fekir. Sorprendentemente, el más efusivo en el festejo había sido Thiago, su hermano mayor.
"Tiene mucho tiempo libre y se aburre. Se aburre y empieza a hacer cagadas", dijo hace un tiempo Lionel cuando le preguntaron sobre las travesuras que suele hacer Mateo en las tribunas durante los partidos.
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