Este fin de semana, Unión Berlin tuvo su estreno en la Bundesliga, primera división del fútbol alemán. Luego de 53 años de historia, el cuadro capitalino cumplió el sueño de llegar a la cúspide del deporte de su país y por eso decidió homenajear a su propia afición.
A pesar de que el partido terminó 0-4 ante el Rasen Ballsport Leipzig, el show estuvo en las gradas del Alten Försterei. Allí los fans desplegaron imágenes de aficionados fallecidos que no pudieron presenciar el debut de su equipo en la Bundesliga.
Los socios enviaron durante las últimas semanas imágenes al club para que la institución se enacargase de imprimir pósters de 70 centímetros de largo por 70 de ancho, que luego fueron desplegados en las tribunas.
"Son muchos los seguidores que en el pasado apoyaron y acompañaron al club y que hoy no tienen ocasión de vivir este día histórico", publicó en su sitio web la entidad berlinesa. "Los añoramos a todos, así que en el seno de la familia del club surgió la idea de rendirles este homenaje tan especial", explicó.
"Todo el mundo solía augurar y cantar que el Union acabaría subiendo a la Bundesliga, pero antes era algo difícil de imaginar, sobre todo en los tiempos de la RDA", añadió.
Uno de los aficionados, Reinhard Fink, llevó la imagen de su padre y contó a la cadena de radio y televisión RBB: "Todo el mundo solía augurar y cantar que el Union acabaría subiendo a la Bundesliga, pero antes era algo difícil de imaginar".
Unión Berlín fue fundado en 1966 apoyándose en las bases del ya desaparecido FC Olympia Oberschöneweide, que se había creado en 1906. Durante la división de la ciudad, había quedado del lado Este, formando parte de la Alemania comunista.
Tras la reunificación alemana en 1990 estuvo al borde de la quiebra, pero pudo sobrevivir y la temporada pasada consiguió el ascenso a la Bundesliga tras vencer en la promoción al Sttugart.
La identidad que su afición siente con el club causó además una curiosa protesta: durante los primeros 15 minutos se mantuvieron en completo silencio.
La queja era justamente por la existencia de su rival, el RB Leipzig, que fue comprado y actualmente es financiado por la popular compañía de bebidas energéticas. En Alemania, a diferencia de lo que ocurre en otros países, este tipo de negocios está mal visto por el público.
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