A Lionel Messi le quedan las últimas horas de sus vacaciones para disfrutar después de recorrer todos los estadíos de su descanso: disfrutó solo con su familia, luego se acoplaron sus padres y hermanos, y estos días finales eligió compartirlos con los amigos que le brindó el fútbol.
La Pulga, su esposa Antonela Roccuzzo y sus tres hijos combatieron el calor europeo en un yate por Ibiza junto con las familias de Luis Suárez y Sofía Balbi; Cesc Fábregas y Daniella Semaan; y Pepe Costa, el hombre de confianza del futbolista argentino.
El último sábado todos concurrieron a un reconocido complejo hotelero de la zona (Ushuaia) para disfrutar de un recital del cantante Ozuna. Allí se conoció su paradero gracias a los videos que compartió Antonela en las redes sociales. Luego se dirigieron al yate Seven, donde compartieron algunas horas más antes de reincoporarse cada futbolista a su respectivo plantel.
Durante su visita a Ushuaia, corrió el rumor de que Messi había tenido problemas con un fanático que presuntamente lo había querido agredir. "Gran noche ayer en Ibiza con amigos. Ya queda menos para volver. ¡Y no le den bola a cualquier cosa que lean por ahí, que no tiene nada que ver con la realidad, que todo fue genial anoche y todo el mundo nos trató increíble, como siempre! Fake News", desmintió todo el rosarino en sus redes.
Todavía no hay confirmaciones sobre su regreso al trabajo, pero se descarta que en las próximas horas tanto Leo como Suárez aparecerán por el campo de entrenamiento del Barcelona, ya con vistas a lo que será la disputa del tradicional trofeo Joan Gamper ante el Arsenal de Inglaterra el próximo domingo 4 de agosto.
Previa a esta aventura por las costas españolas, Leo y Antonela se habían recluido en una exclusiva isla caribeña de Antigua y Barbuda. Allí, la imagen del capitán de Barcelona y la selección argentina se había viralizado cuando fue captado por una cámara jugando al fútbol con Thiago –el mayor de sus hijos– y otros niños que vacacionaban en el sitio.
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