El pasado viernes Carmine Mino Raiola, uno de los agentes más polémicos y poderosos del mundo, recuperó la sonrisa. El empresario logró levantar la sanción que le había impuesto la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) y que la FIFA extendió a toda Europa.
El oriundo de Nocera Inferiore, al igual que su primo y socio, Vicenzo Raiola, tenía una prohibición para ejercer del 9 de mayo al 9 de agosto por su accionar dentro del "caso Scamacca". En 2015, Gianluca Scamacca, un delantero por entonces tenía 16 años y militaba en la Roma, recaló en el PSV Eindhoven de Holanda. Una operación que hizo saltar todas las alarmas en el fútbol base de los elencos italianos.
Mientras tuvo que manejarse desde las sombras, Raiola sostuvo que esta sanción en realidad se debía a sus declaraciones contra la FIGC. "Supongo que la Federación Italiana de Fútbol no me ha perdonado cuando señalé el desastroso estado del fútbol italiano, así como su papel en los episodios de racismo", comentó.
Con ninguna prohibición a sus espaldas, Mino promete hacer ruido en este mercado de pases, ya que bajo su tutela aparecen futbolistas como Matthijs de Ligt (al defensor del Ajax lo buscan Manchester City, Manchester United, PSG, Juventus y Barcelona), Paul Pogba (Real Madrid y Juventus manifestaron su deseo de contratar al volante del United), Kostas Manolas (Napoli y Juventus se dirimen el pase del marcador central de Roma) y Donny van de Beek (está en la mira de varios equipos tras ser una pieza clave del Ajax en la Champions League).
En su lujosa cartera de clientes también sobresalen las presencias de Zlatan Ibrahimovic (Los Ángeles Galaxy), Marco Verratti (PSG), Gianluigi Donnarumma (Milan), Moise Kean (Juventus), Henrikh Mkhitaryan (Arsenal), Blaise Matuidi (Juventus), Mario Balotelli (Olympique Marsella) y Justin Kluivert (Roma).
La ficha de De Ligt oscila entre 70 y 80 millones de euros, mientras que la de Pogba gira entorno a los 150 millones. Raiola, por su labor, suele cobrar comisiones cercanas al 20 por ciento, lo que le valió el año pasado figurar en el 5° puesto del ranking que elaboró la Revista Forbes de los representantes que más recaudaron dentro del mundo del deporte (el italiano obtuvo una ganancia de USD 62,89 millones al año y administró USD 268,9 millones en contratos).
A sus 51 años, Raiola es conocido dentro del mundo del fútbol como un agente confrontativo, directo y duro a la hora de negociar, lo que le valió ser considerado como una persona non grata para algunos dirigentes.
Nació en Italia, pero cuando aún era un bebé su familia se mudó a Haarlem, una ciudad a las afueras de Amsterdam, Holanda. Allí se crió y trabajó dentro del negocio familiar: un restaurante italiano.
"Mi padre trabajaba 18 ó 20 horas al día. Con 11 ó 12 años me fui a trabajar con él para llegar a conocerlo. Él estaba en la cocina, así que… ¿qué podía hacer? Podía lavar los platos. Todavía me gusta lavar los platos. Me da una especie de paz limpiar cosas, ves el resultado inmediato de tu trabajo", confesó el salernitano en una entrevista a Financial Times.
De la cocina pasó al comedor, donde realizando la función de camarero perfeccionó su don para entablar relaciones.
Mientras ganaba sus primeros florines neerlandeses (la moneda de curso legal dentro de los Países Bajos hasta que fue sustituida por el Euro), Mino empezó a estudiar la carrera de Derecho, al ver truncado su sueño de ser futbolista a los 18 años.
Sin embargo, la pelota nunca lo abandonó. Su primer gran trabajo como intermediario fue en 1993, cuando ayudó al agente Robert Jansen para concretar el traspaso de Dennis Bergkamp del Ajax al Inter. El joven Carmine era ideal para esta misión, ya que entendía a la perfección el italiano y el holandés (también puede entablar conversaciones en francés, inglés, alemán, español y portugués).
Ese fichaje lo posicionó como el nexo de la agencia Sports Promotion para realizar los pases entre futbolistas de la Eredivisie y la Serie A, competencia que se encontraba en pleno apogeo en Europa.
Ya en 1996 decidió romper relaciones con Jansen y comenzó a trabajar de manera independiente. Uno de sus primeros negocios rutilantes fue el de colocar a Pavel Nedved en la Lazio, quien luego se convertiría en Balón de Oro. Comenzó a tener como cliente a Zlatan Ibrahimovic y Maxwell (figuras por ese entonces del Ajax), lo que le valió ser considerado dentro del Calcio como alguien "con buen ojo" para captar talentos.
El resto es historia conocida. En la actualidad, Mino Raiola, junto al portugués Jorge Mendes y (Cristiano Ronaldo, Ederson, Bernardo Silva, Fabinho, Ángel Di María y Rúben Neves, entre otros) Jonathan Barnett (Saúl Ñíguez, Gareth Bale, Jordan Pickford y Kieran Trippier) son los verdaderos dueños del fútbol. Y este mercado de pases no parece ser la excepción…
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