Cerca de los 17 minutos del primer tiempo de la final de la Champions League, Kinsey Wolanski saltó al campo de juego e irrumpió el duelo entre Liverpool y Tottenham, que en ese momento marchaba 1-0. La blonda, que vestía un traje de baño con el nombre del canal de YouTube de su novio, se convirtió en tendencia mundial, y en minutos se conoció la razón de su irrupción en el Wanda Metropolitano.
La joven de 22 años es la novia del ruso-americano Vitaly Zdorovetskiy, creador de videojuegos, y con él suelen protagonizar diferentes retos que luego suben a las redes sociales. Él ya había saltado al campo del Maracaná en la final del Mundial Brasil 2014 entre Argentina y Alemania.
"Mi niña acaba de invadir la final de la Champions League. Estoy tan orgulloso de ti, eres mi todo", escribió Vitaly en su cuenta de Instagram, confirmando la identidad de la intrusa. En tanto que, en Twitter, el youtuber de 27 años agregó: "No puedo esperar a casarme contigo".
El hecho le costará a la influencer estadounidense 5.000 euros, según estipula la UEFA para este tipo de casos.
Este domingo, tras haber sido liberada por las autoridades que la retiraron del campo sin implementar la violencia, Zdorovetskiy sufrió el hackeo de su cuenta de Instagram. Antes de eso, había publicado una imagen del episodio de la final en la que el futbolista Harry Winks la observa atentamente. "¿Acaso distraje demasiado al número 8?", escribió.
Luego, la modelo sufrió el hackeo de la cuenta y tuvo que mudarse a Twitter. Desde allí, publicó un video entrenando en el gimnasio y explicó que había tenido un inconveniente en la otra red social, en la que había sumado 2,5 millones de seguidores en una noche.
Además, Zdorovetskiy dejó un mensaje para sus fans: "Haz cosas que te asusten, sal de tu zona de confort. Vivo por los momentos que hacen que mi corazón se acelere".
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